jueves, 27 de mayo de 2021

 

El futuro argentino

 

El trabajo sigue un hilo conductor de cuatro tramos: 1) la división de la historia argentina, desde el punto de vista económico-social, en tres ciclos largos; 2) las características que muestra el proceso globalizador en el que transcurre nuestro aislamiento; 3) lo que se puede esperar en materia de influencia externa para darle una solución a la crisis nacional; 4) la propuesta de una posición defensista alejada del activismo para evitar la frustración que generaría el fracaso inevitable de cualquier llamado al diálogo político. Al final, nos preguntamos cuán lejos estamos de salir del atolladero que nos inmoviliza. Como dijo Marx, el hermano, tengo estos principios…

 

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En los tres ciclos largos de distinto tipo en los que se puede dividir la historia de nuestro país, los factores exógenos han tenido una gravitación decisiva. En el primero de esos ciclos -que se inicia todavía en la etapa colonial con la creación en 1776 del virreinato del Rio de la Plata- dos amenazas a los intereses de la corona motivaron la trascendental medida. Una de ellas provenía de los ataques de piratas ingleses y holandeses que ponía en evidencia la vulnerabilidad de Portobelo, en Panamá, como puerto comercial de salida de la ruta a España que partía de Lima; la otra, de la urgencia por contener las apetencias lusitanas por la Banda oriental. La nueva configuración sistémica no se vio esencialmente afectada por la gesta independentista por lo que se puede considerar que, por lo menos desde el punto de vista económico y social, el estado de cosas se mantuvo a lo largo de algo más de 7 décadas[i].

El segundo ciclo largo -ya como país independiente- nace al calor de lo que se conoce como la Organización Nacional luego de la Batalla de Caseros, y más precisamente con el inicio de la presidencia de Mitre en 1862. Fue un período de gran despliegue de la estructura productiva de nuestros país basada en el modelo agroexportador. El motor del abrupto crecimiento generado fueron las necesidades alimentarias europeas derivadas de la Revolución industrial, las que no podían ser satisfechas por el éxodo de campesinos devenidos en trabajadores industriales. Para nuestro país se abre la oportunidad de jugar en las grandes ligas[ii]. Este segundo periodo tuvo una similar duración al primero, hasta que le llegó la hora.

La gran crisis capitalista mundial de los años treinta del siglo pasado alumbró el tercer período que llega hasta nuestros días. Lo referencia más conocida en sus inicios es la firma del tratado Roca Runciman con Inglaterra que modifica de raíz las características favorables que hasta ese momento había tenido nuestro país en el comercio internacional. El ciclo también se prolongó a lo largo de ocho décadas y su característica determinante (no la única) es la industria sustitutiva de importaciones –protegida y renuente a la innovación- así como la no incorporación de tecnología en el campo con el fin de compensar las limitaciones crecientes de la pampa húmeda debido a una capa de humus sobrexplotada. El tono dominante del ciclo es el de una decadencia ininterrumpida cuyos coletazos estamos viviendo en la actualidad.

Todo indica que en nuestro país se ha abierto el cuarto ciclo largo que se parecerá más al segundo en cuanto a crecimiento, y se diferenciará claramente del inmovilismo del primero y la declinación del tercero. El renacer del campo,[iii] con marcadas evidencias de sustentabilidad, hasta recuperar el esplender que le cupo en el período agroexportador (pero con una plena y asombrosa actualización tecnológica), es una manifestación más que elocuente de que el mundo ha renovado el interés por lo menos en una parte de nosotros. Esto que pasa, discurre en medio de una crisis muy pronunciada en la que se muestran los rasgos del pasado, destinados a sublimarse, y los anticipos de un futuro que en su despliegue irán tirando de la cadena del progreso. Hasta ahora las cosas fueron como hemos dicho. ¿Serán distintas en lo sucesivo? ¿Podremos resolver los problemas solo entre nosotros? Corresponde preguntarnos por la forma que adopten y el modo en que actúen en su determinación los factores exógenos. No siempre el futuro es previsible y para no vernos sorprendidos por acontecimientos vertiginosos, pasemos revista a algunas de las tendencias globales de este momento, y pongamos el foco un poco más allá en materia de anticipos.

 

2

 

Me interesa resaltar algunos aspectos del proceso globalizador que, aunque inconexos,  puedan incidir en nuestro país en el mediano y largo plazo que es, como viene la mano, cuando la situación nacional pueda tener un desenlace, no antes. Por ahora estamos, desde la óptica de Schumpeter, en plena destrucción creadora y todavía, aunque parezca desalentador, hay mucho por hacer en ese sentido. Se puede esperar:

1.      EEUU marcará tendencia, como siempre. Desde Obama, sin solución de continuidad, se vinieron dando una serie de hechos determinantes: repatriaciones (capitales y empresas), recuperación de cuotas de mercado en bienes de consumo final (consecuencia  de la “guerra comercial” China/EEUU[iv]), crecimiento del empleo y del PBI (los estragos producidos por la pandemia, ya han sido superados con creces), reconocimiento a los blue collar (los que se vieron más afectados por la deslocalización productiva de EEUU hacia el Lejano oriente durante cuarenta años), control y freno a las migraciones centroamericanas, etc. Se están dando las condiciones para una política neo-keynesiana de acuerdo a lo anunciado por Biden en su discurso de los 100 días. ¿Puede EEUU metabolizar sin infartarse semejante acumulación de factores como la que se está dando por estas horas? Hace ya un tiempo que vengo aludiendo a la posibilidad de un nuevo Plan Marshall hacia el hemisferio americano. Esa posibilidad se relaciona con lo siguiente.

 

2.      El mundo se seguirá dividiendo en macrorregiones.

 

·         Eurasia vista como un formidable sistema de conectividad compartida y creciente rol componedor de Rusia en el plano de la geopolítica, se conforma con

a)      la RCEP integrada recientemente con los 5 peso-pesados de Asia oriental y Oceanía, es decir, China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, más 10 países de la ASEAN,

b)      el resto de Asia (Rusia, India, Irán y Turquía, los países de Asia central, Medio oriente y caucásicos),

c)      la Unión Europea.

·         África ya en movimiento bajo la inspiración consensuada de la Agenda 2063.

·         Hemisferio americano.  El “inexplicable” aislamiento de EEUU –que de hecho, más allá de algunas medidas cosméticas, no se interrumpe con Biden- puede estar generando las condiciones objetivas y subjetivas para una versión siglo XXI de “América para los americanos”.

·         Commonwealth (Restyling virtual)

 

Los cambios incidirán en el comercio. Los tratados de libre comercio irán tejiendo una malla abigarrada por debajo de las macrorregiones sin respetar sus confines.

 

3.      Exceso de liquidez a nivel global y presupuestos faraónicos para infraestructura de conectividad. La Ruta de la Seda -el proyecto más importante del mundo en materia de cooperación internacional- prevé inicialmente 1 billón de dólares. EEUU destina 2 billones para obras (¿sólo en EEUU?). Se persigue cambiar en un sentido reticular la configuración informativo-comunicacional a nivel del planeta para superar los diseños radiocéntricos heredados de la época colonial. Es bueno comparar dos ejemplos: la infraestructura china y la de la provincia de Buenos Aires sobre la cual se sustentó el modelo agroexportador.

 


 



República Popular China

Provincia de Buenos Aires

 

La configuración china en materia de ferrocarriles, rutas, puentes y puertos, construidos en los últimos años, sigue el trazado reticular, donde la trama y la urdimbre privilegian la amplia vinculación entre todos los puntos de la geografía. Por el contrario, todos los recorridos en nuestro país terminaban en el puerto de Buenos Aires. La diferencia de configuración afecta el equilibrio territorial que es, desde la dinámica de los sistemas, la principal variable en condicionar el desarrollo integral de un país o una región.

 

3

 

Si en el pasado, factores exógenos fueron decisivos para las mutaciones de nuestra historia, ¿hay alguna razón para que hoy las cosas sean de otra manera? En favor de la conjetura obra que la interdependencia y el compartir información a nivel global son más intensos que nunca. De manera que una visión realista y plausible del mundo corriente, aun con escenarios cambiantes, es condición sine que non para saber dónde estamos parados hoy y qué es lo que podemos esperar. Por lo pronto, la fórmula del desarrollo en países que no son centrales ya está probada en China y Vietnam; ellos han mostrado, en la era del tiempo real, cómo es el comportamiento de los componentes de sistemas complejos de gobernabilidad.

Por supuesto, Oriente no es Occidente. Carecemos de disciplinadores sociales como son los partidos comunistas de y en aquellos países. Es un dilema para la democracia. Pero también es cierto que la pandemia del COVID-19, con sus cuarentenas, barbijos y distancia social, se ha mostrado como un factor de regulación de sorpresiva efectividad. Por lo pronto, es poco esperable, habida cuenta de la experiencia adquirida, que cambiar el estado de ánimo social sea solo a partir de acciones de persuasión y disuasión. Hay mucha frustración y descreimiento en las familias.

Reducir hasta terminar con la pobreza -y emprender el camino del desarrollo- es consecuencia de otras medidas. La fórmula es siempre la misma, fácil de explicar pero no tanto de realizar: inversiones extranjeras, cuotas asignadas en el comercio internacional, cambios radicales en la infraestructura de conectividad; además, creación de contextos de proclividad con el diseño y la puesta en práctica de políticas públicas tales como estímulos para la diversificación productiva y la relocalización de empresas, entrenamiento de la fuerza del trabajo, incremento y preservación del equilibrio territorial y en perspectiva demográfico. Mientras se hacen los cambios es necesario el mantenimiento de la paz social con una eficaz y desinteresada asistencia estatal a los sectores más afectados.

No mucho más se puede decir sobre el futuro de nuestro país en cuanto a tendencias. Estamos en el momento más dramático en que las acciones destructivas -vistas como transición al segundo ciclo largo de crecimiento schumpeteriano que ya se ha iniciado en la Argentina- están en su apogeo.

 

4

 

Las élites con un peso decisivo en la globalización tienen en claro -y lo explicitaron hace ya cuarenta años- el objetivo estratégico más grandioso y urgente de la humanidad: el de acabar definitivamente con el flagelo de la pobreza en el mundo.

En su informe principal, TFR 14, “Hacia un sistema internacional renovado (1977), la Comisión Trilateral (CT) manifestó que:

 

“Mitigar la pobreza es una imposición de los principios básicos de Occidente, así como del simple auto-interés. En el largo plazo es improbable un mundo ordenado si el alto ingreso de una de las partes coexiste con una pobreza extrema de la otra, mientras cobra vida el “mundo único” de la comunicación, de los problemas mutuos y de la interdependencia”[v]

 

Por su parte, en el Preámbulo de la Agenda 2030 para el Desarrollo aprobado por la Asamblea General de las NNUU[vi] el 21 de octubre de 2015 se reconoce que “la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío a que se enfrenta el mundo y constituye un requisito indispensable para el desarrollo sostenible”.

El reciente anuncio del gobierno chino de que se ha eliminado la pobreza en su territorio es una demostración de que un megaproyecto como el emprendido por la Comisión Trilateral en los setenta puede ser cumplible. Leyendo con detenimiento sus 14 informes liminares, se nota claramente la decisión de esa pléyade representativa de 280 líderes (101 norteamericanos, 102 europeos y 77 japoneses moderados por Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger) para poner en valor el sistema capitalista, un tanto devaluado en la consideración popular, así como aprovechar sus potencialidades; tenían con qué y ahora se sabe que sabían cómo hacerlo. Luego de 40 años, desde el punto de vista ingenieril, el objetivo está teóricamente alcanzado; el proyecto ha demostrado con creces que funciona. Solo resta finalizarlo.

El know how y la confianza hacen que la vida sobre la Tierra se haya vuelto asegurada. Desde ahora, sobre bases científicas, los objetivos más elevados que se puedan plantear las élites se verán confinados al lugar de lo predecible y realizable (obviamente, si se observa con el prisma adecuado) ¿Es por fin el fin de la pre-historia? ¿El ser humano se dispone a recorrer ilimitadamente el camino abierto en 1961 por Yuri Gagarin cuando con su salida del seno materno alumbró el nacimiento de la historia? ¿Es el comienzo de una nueva civilización que podemos denominar cósmica?

 

5

 

¿Argentina, estamos muy lejos aún?

Con Helio Jaguaribe, el eminente politólogo brasileño, estoy convencido que la Argentina está condenada al éxito. La previsibilidad del vaticinio, proferido en Madrid en 1992[vii], depende no tanto de nuestras malgastadas habilidades -que las hay indiscutibles aunque no siempre se noten ni sean bien utilizadas - sino de lo que el mundo espera de nosotros. Al igual que las demandas alimenticias de la Segunda revolución industrial provocaron nuestro crecimiento a fines del siglo XIX y principios del XX -lo que se corporizó en el modelo agroexportador que hoy evocamos con nostalgia- una situación similar ya comenzó a tomar forma en la Argentina, medible también en las variables de la producción agropecuaria.

Pero la situación política está muy complicada y carente de plasticidad, contraria a modificarse en un sentido favorable. Mi sensación es que no hay una solución en ciernes. Eso no quiere decir que no haya una salida; siempre la hay. Y creo que esta es la de esperar. Adoptar una posición defensista. Tan activa como se pueda. Ni quieta ni expectante. Pero las malformaciones hoy existentes no van a desaparecer de la noche a la mañana. Y si eso no ocurre no hay cambio a la vista.  Por eso no creo en el potencial del activismo. Todas las propuestas de diálogo, independientemente de quien las haga, en este momento están condenadas al fracaso. Y eso acarreará frustración. No es que ese estado de ánimo negativo retarde las salidas pero no predispone de la mejor manera para protagonizarlas. La sociedad se va transformando en una terminal boba.

Ya vendrán tiempos mejores, y vientos favorables. No nos van a sorprender sin saber dónde ir ni faltará la gente que se haga cargo del timón. También nos irán ayudando desde afuera a formar los cuadros necesarios. Como pasó con Domingo Faustino Sarmiento y otros próceres de nuestra historia.

 

Ing. Alberto Ford

albertoford42@yahoo.com.ar

Buenos Aires, mayo de 2021

 

 



[i] Se puede mencionar la fuga de hacendados españoles que dejaron librada a su suerte sus posesiones,  algunas de las cuales fueron ocupadas por terratenientes criollos. La ley de enfiteusis produce alteraciones en el régimen de propiedad que prontamente Rosas deja en la nada para su beneficio (la estancia Los Cerrillos del restaurador de las leyes llegó a tener centenares de miles de hectáreas y muchas de ellas provinieron de la confiscación de tierra entregadas oportunamente a los enfiteutas; de paso, se dice que -por esa razón y a pesar del tiempo transcurrido- en la Sociedad Rural Rosas no es considerado del palo). El otro digno de mención es el ingreso de inmigrantes europeos, principalmente ingleses que contribuyeron sin prisa pero sin pausa, aun en medio del rosismo, a preparar el terreno para la modernización que los condicionantes externos iban preanunciando. Los factores civilizatorios introducidos tenían que ver con 1) los oficios, 2) la genética, 3) las técnicas sencillas,4) el conocimiento del territorio, 5) la introducción de las habilidades y el desarrollo de prácticas comerciales, 6) diversos hábitos de convivencia social.

[ii] Adscripción de la Gran Logia de la Argentina a la Gran Logia de Londres. Negociaciones circa 1860 entre el obispo anglicano John Chubb Ford, Provincial de la GLL en el Rio de la Plata, y José Roque Pérez, GM de la masonería argentina.

[iii] El polo sojero de Rosario, la genética de la soja, el fierrerío, técnicas revolucionarias como la siembra directa y los RR, todo formateado y replicado por el empuje, la competencia y la creatividad de nuestras familias del campo. Y el soporte de nuestros técnicos y científicos

[iv] La ampulosidad de la denominación de “guerra comercial” entre los dos gigantes de la economía mundial esconde una significación escurridiza no tanto por su complejidad conceptual como por el hecho de que sus verdaderos alcances habitualmente no forman parte del enfoque de los analistas. La relación comercial entre ambos se establece prácticamente desde cero a partir de 1985. El gráfico publicado por la oficina del censo de EEUU lo muestra (https://www.bbc.com/mundo/noticias-44747895)


Esto quiere decir que EEUU se puso al hombro el proceso de modernización de China no solo transfiriendo sectores enteros de su economía, constituidos por fábricas de baja y media tecnología, sino también comprando su producción, lo que le significó a EEUU acarrear un gigantesco déficit comercial que fue creciendo hasta nuestros días. Con el tiempo y en forma continua las transferencias lo fueron de tecnologías cada vez más complejas. La vuelta al proteccionismo anunciado por Trump y seguido prolijamente por Biden es una muestra de que esa asimetría comienza a ser atacada. Igual no hay que poner demasiado énfasis en la generosidad americana. EEUU, el país más sacrificado, a partir de los ochenta, por la pérdida de infraestructura industrial, puestos de trabajo (blue collar) y cuotas de mercado, fue en realidad el más favorecido por ese sacrificio porque le generó espacio para la innovación lo que fue amplia y prontamente aprovechado por sus empresas con la creación y usufructo de las nuevas tecnologías. Destrucción creadora que le dicen. El tema del fenómenos chino ha sido ampliamente tratado en
http://ingenieroalbertoford.blogspot.com/2020/08/para-guerraslas-de-antes.html y

http://ingenieroalbertoford.blogspot.com/2020/01/china-es-clonable-mucho-se-habla.html

[v] (http://trilateral.org//download/doc/renovated_international_system_1977.pdf  pág. 189)

[vi] https://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/70/1&Lang=S

[vii] y que un ex presidente se apropió sin pagar derechos de autor lo que dio lugar a que fuera tomado para la chacota por parte de quienes no se detuvieron a pensar en el significado no trivial del augurio

lunes, 24 de mayo de 2021

 

Declaración de Roma

Cumbre de la salud mundial

Organizada conjuntamente por la presidencia italiana del G20 y la Unión Europea

21 de mayo de 2021

 

Nosotros, los Líderes del G20 y de otros estados, en presencia de los jefes de organizaciones internacionales y regionales, reunidos en la Cumbre de Salud Global en Roma, el 21 de mayo de 2021, habiendo compartido nuestra experiencia de la pandemia global de COVID-19 en curso y dando la bienvenida a los trabajo en este sentido, incluido el presentado hoy durante las sesiones preparatorias:

Reafirmamos que la pandemia sigue siendo una crisis sanitaria y socioeconómica mundial sin precedentes, con efectos directos e indirectos desproporcionados en los más vulnerables, las mujeres, las niñas y los niños, así como en los trabajadores de primera línea y los ancianos. La pandemia no terminará hasta que todos los países sean capaces de controlar la enfermedad y, por lo tanto, la vacunación a gran escala, mundial, segura, eficaz y equitativa, en combinación con otras medidas apropiadas de salud pública, sigue siendo nuestra principal prioridad, junto a un crecimiento sostenible, equilibrado e integrador.

Transmitimos nuestras condolencias por las vidas perdidas y expresamos nuestro agradecimiento por la atención médica y los esfuerzos vitales de todos los trabajadores de primera línea para responder a la pandemia.

Acogemos con beneplácito la designación de 2021 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Año de los trabajadores de la salud y el cuidado, y reafirmamos nuestro pleno apoyo al papel de liderazgo y coordinación de la OMS en la respuesta al COVID-19 y la agenda de salud global más amplia.

Subrayamos que las inversiones sostenidas en la salud global, para lograr la Cobertura Universal de Salud con la atención primaria de salud en su centro, Una Salud, y la preparación y la resiliencia, son amplias inversiones sociales y macroeconómicas en bienes públicos globales, y que es de la mayor magnitud el costo de la inacción.

Reconocemos el impacto muy dañino de la pandemia en el progreso hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Reafirmamos nuestro compromiso de lograrlos para fortalecer los esfuerzos para reconstruir mejor [como en la resolución de la UNGA (General Assembly of the United Nations) del 11 de septiembre de 2020] y con el Reglamento Sanitario Internacional de 2005 (IHR), que juntos mejorarán la resiliencia y los resultados de salud mundial.

Subrayamos enérgicamente la necesidad urgente de intensificar los esfuerzos, incluso a través de sinergias entre los sectores público y privado y los esfuerzos multilaterales, para mejorar el acceso oportuno, global y equitativo a herramientas COVID-19 seguras, efectivas y asequibles (vacunas, terapias, diagnósticos y equipo de protección, en adelante 'herramientas'). Reconocemos la necesidad de respaldar estos esfuerzos con sistemas de salud fortalecidos, recordando la Cumbre extraordinaria del G20 del 26 de marzo de 2020.

Reconociendo el papel de la inmunización extensiva contra COVID-19 como un bien público global, reafirmamos nuestro apoyo a todos los esfuerzos de colaboración en este sentido, especialmente el Acelerador de herramientas de acceso a COVID-19 (ACT-A). Subrayamos la importancia de abordar el déficit de financiación de ACT-A para ayudarlo a cumplir su mandato. Tomamos nota de la intención de realizar una revisión estratégica integral como base para una posible adaptación y extensión de su mandato hasta fines de 2022. Destacamos nuestro apoyo para el intercambio mundial de dosis de vacunas seguras, efectivas, de calidad y asequibles, incluido el trabajo con el pilar de vacunas ACT-A (COVAX), cuando las situaciones domésticas lo permitan. Damos la bienvenida a la Cumbre del Compromiso Avanzado del Mercado de Vacunas COVID-19 (COVAX AMC) de junio de 2021 y tomamos nota de la Carta para el Acceso Equitativo a las herramientas COVID-19.

Tenemos en cuenta el Grupo de Trabajo de Fabricación de Vacunas COVAX, que apoya al Grupo de Trabajo de Fabricación COVAX, dirigido por la OMS, la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias (CEPI), GAVI (Global Alliance for Vaccines and Immunization) y UNICEF, que incluye socios como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo de Patentes de Medicamentos. Afirmamos nuestro apoyo a los esfuerzos para fortalecer las cadenas de suministro e impulsar y diversificar la capacidad mundial de fabricación de vacunas, especialmente los materiales necesarios para producir vacunas, incluso compartiendo riesgos, y damos la bienvenida al centro de transferencia de tecnología de vacunas lanzado por la OMS. Pedimos al Grupo de Trabajo y al Grupo de Tareas que informen sobre su progreso al G20 a tiempo para la Cumbre de Líderes en octubre. Este informe será tomado por la OMC y otras partes interesadas y organizaciones internacionales, de acuerdo con sus mandatos y reglas de toma de decisiones, sobre cómo mejorar el acceso equitativo en la crisis actual.

Aplaudimos el logro sin precedentes de vacunas COVID-19 seguras y efectivas dentro de un año, y resaltamos la importancia de la inversión continua en investigación e innovación, incluso en esfuerzos multilaterales y de colaboración, para acelerar aún más el desarrollo de herramientas seguras y efectivas.

Subrayar la importancia de trabajar rápidamente con todos los socios públicos y privados relevantes para aumentar la disponibilidad equitativa de herramientas y mejorar el acceso a ellas. Las opciones a corto plazo incluyen: compartir productos existentes, incluso de vacunas a través de COVAX; diversificar la capacidad de producción; Identificar y abordar los cuellos de botella en la producción; facilitar el comercio y la transparencia en toda la cadena de valor; promover una mayor eficiencia en el uso de las capacidades y la distribución mundial mediante la cooperación y la expansión de las capacidades existentes, incluso trabajando de manera coherente dentro del acuerdo TRIPS y la Declaración de Doha de 2001 sobre el Acuerdo TRIPS  y la salud pública [Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo sobre los ADPIC o, en inglés, TRIPS)]; y promover el uso de herramientas como los acuerdos de licencia voluntaria de propiedad intelectual, la transferencia voluntaria de tecnología y conocimientos y la puesta en común de patentes en condiciones mutuamente acordadas.

Damos la bienvenida a los líderes políticos de alto nivel para la preparación y la respuesta en relación con las emergencias sanitarias. Tenemos en cuenta las propuestas sobre un posible instrumento o acuerdo internacional con respecto a la prevención y preparación para una pandemia, en el contexto de la OMS y a tono con sus esfuerzos, la Organización Mundial de Sanidad Animal, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y otros, con vistas a fortalecer la implementación del enfoque Una sola salud a través de su Panel de expertos de alto nivel de Una sola salud.

Más allá de estas declaraciones en vista de la pandemia en curso, establecemos a continuación principios y compromisos rectores. Estos sirven como orientación voluntaria para las acciones actuales y futuras para la salud mundial para apoyar el financiamiento, la construcción y el mantenimiento de las capacidades y capacidades de sistemas de salud eficaces y la Cobertura de salud universal para mejorar la preparación, la alerta temprana, la prevención, la detección, la respuesta coordinada y la resiliencia y la recuperación de la pandemia actual y futuras posibles emergencias de salud pública.

Estos principios que se refuerzan mutuamente reafirman nuestro compromiso con la solidaridad global, la equidad y la cooperación multilateral; una gobernanza eficaz; poner a las personas en el centro de la preparación y equiparlas para responder con eficacia; basarse en políticas científicas y basadas en pruebas y generar confianza; y promover una financiación sostenida para la salud mundial.

 

Principios de la Declaración de Roma

Nos comprometemos a promover y lograr un progreso tangible hacia estos principios y las acciones que guían, en la Cumbre del G20 en Roma en octubre y más allá, e invitamos a su consideración en la próxima Asamblea Mundial de la Salud (WHA) y otros foros, y por todas las partes interesadas relevantes. Ello implica:

1) Apoyar y mejorar la arquitectura de salud multilateral existente para la preparación, prevención, detección y respuesta con una OMS eficaz, financiada de manera adecuada, sostenible y predecible en su centro, teniendo en cuenta la próxima AMS y varios procesos de revisión recientes y en curso, incluidos los resultantes de la WHA anterior. Apoyar el logro de los ODS, sus metas y las iniciativas específicas, como el Plan de acción mundial para una vida sana y el bienestar para todos, a fin de brindar un mejor apoyo a los países para acelerar el progreso hacia los ODS relacionados con la salud, incluida la cobertura sanitaria universal. Apoyar el objetivo de una recuperación sostenible, inclusiva y resiliente que promueva la realización progresiva del derecho de todas las personas al disfrute del más alto nivel posible de salud.

2) Trabajar para apoyar mejor la implementación, el monitoreo y el cumplimiento completos del IHR, y una implementación mejorada del enfoque multisectorial de Una sola salud, basado en evidencias, para abordar los riesgos que surgen de la interfaz entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente, la amenaza de resistencia a los antimicrobianos, destacando el papel de las organizaciones internacionales pertinentes a ese respecto y alentar nuevas orientaciones de salud pública en consulta con las organizaciones de salud pertinentes sobre viajes internacionales por aire o mar, incluidos los cruceros.

3) Fomentar enfoques de políticas de toda la sociedad y de salud en todos, con elementos nacionales y comunitarios que se refuercen mutuamente, y promover la responsabilidad en los niveles más altos de gobierno para lograr una mejor preparación, prevención, detección y respuesta.

4) Promover el sistema de comercio multilateral, destacando el papel central de la OMC y la importancia de cadenas de suministro globales abiertas, resilientes, diversificadas, seguras, eficientes y confiables en toda la cadena de valor relacionada con las emergencias sanitarias, incluidas las materias primas para producir vacunas, y para la fabricación y acceso a medicamentos, diagnóstico, herramientas, equipos médicos, productos no farmacéuticos y materias primas para atender emergencias de salud pública.

5) Permitir el acceso global, equitativo, asequible y oportuno a herramientas de prevención, detección y respuesta, de alta calidad, seguras y eficaces, aprovechando y formateando la experiencia de ACT-A, así como a medidas no farmacéuticas, agua potable y saneamiento, higiene y nutrición (adecuada) y sistemas de salud fuertes, inclusivos y resilientes; y respaldar sistemas sólidos de administración de vacunas, confianza en las vacunas y conocimientos de salud.

6) Apoyar a los países de ingresos bajos y medianos para crear experiencia y desarrollar capacidades de fabricación de herramientas locales y regionales, incluso basándose en los esfuerzos de COVAX, con miras a desarrollar mejores capacidades de fabricación, manipulación y distribución a nivel mundial, regional y local. Permitir aún más un mayor uso de las tecnologías sanitarias y la transformación digital de los sistemas sanitarios.

7) Aprovechar las sinergias y aprovechar la experiencia de las organizaciones y plataformas relevantes para facilitar el intercambio de datos, el desarrollo de capacidades, los acuerdos de licencia y las transferencias voluntarias de tecnología y conocimientos en términos mutuamente acordados.

8) Mejorar el apoyo a las estructuras de preparación y prevención existentes para la inmunización equitativa contra enfermedades prevenibles mediante vacunación y los programas de vigilancia y salud para estas y otras enfermedades, incluidos el VIH / SIDA, la tuberculosis, la malaria y otras, y las enfermedades no transmisibles, como parte de un programa integrado de prestación de servicios y garantizar que nadie se quede atrás.

9) Invertir en la fuerza laboral de la salud y el cuidado de todo el mundo, para lograr el triple dividendo de una mejor salud, la aceleración del desarrollo y los avances en la inclusión social y la igualdad de género, mediante el desarrollo de competencias mutuamente reconocidas a través de la educación y la capacitación, incluso a través de iniciativas pertinentes de la OMS, incluida la Academia de la OMS. Invertir en salud comunitaria y en sistemas de salud para lograr servicios de salud fortalecidos, resilientes, inclusivos y de alta calidad, continuidad de la atención, atención local y domiciliaria, y capacidades de salud pública en todos los países. Invertir en mecanismos multilaterales dirigidos por la OMS para facilitar la asistencia y la capacidad de respuesta para su uso en países en desarrollo y afectados por crisis. Invertir también en saneamiento e higiene del agua en las instalaciones sanitarias para reducir los riesgos de infección y proteger a los trabajadores sanitarios.

10) Invertir en recursos, capacitación y personal adecuados para los laboratorios de diagnóstico de salud pública y animal, incluida la capacidad de secuenciación genómica, y compartir de manera rápida y segura datos y muestras durante emergencias a nivel nacional e internacional, de conformidad con las leyes aplicables, los acuerdos, regulaciones y arreglos vigentes pertinentes.

11) Invertir en un mayor desarrollo, mejora y mejora de los sistemas de información de alerta temprana, vigilancia y activación interoperables en consonancia con el enfoque de Una sola salud. Invertir en nuevos esfuerzos para fortalecer la vigilancia y analizar los datos sobre posibles brotes, incluida la información y el intercambio de datos intersectoriales e internacionales rápidos y transparentes, de conformidad con el IHR.

12) Invertir de manera predecible, efectiva y adecuada, de acuerdo con las capacidades nacionales, en la cooperación nacional, internacional y multilateral en investigación, desarrollo e innovación, para herramientas de sistemas de salud y medidas no farmacéuticas, considerando cuestiones de escalabilidad, acceso y fabricación desde una etapa temprana.

13) Coordinar las medidas farmacéuticas y no farmacéuticas y la respuesta a emergencias (incluida la coordinación online de los centros de operaciones y crisis), en el contexto de una recuperación sostenible y equitativa, con inversiones en salud, preparación y respuesta, y políticas informadas por asesoramiento científico. Las políticas deben acelerar el progreso hacia el logro de los ODS, combatir las causas fundamentales de las emergencias sanitarias, incluidos los determinantes sociales de la salud, la pobreza, la desigualdad estructural y la degradación ambiental, crear capital humano, acelerar las transiciones ecológicas y digitales e impulsar la prosperidad para todos.

14) Aumentar la eficacia de las medidas de preparación y respuesta apoyando y promoviendo un diálogo significativo e inclusivo con las comunidades locales, la sociedad civil, los trabajadores de primera línea, los grupos vulnerables, las organizaciones de mujeres y de otro tipo y todos los demás interesados ​​pertinentes y contrarrestando la desinformación y la subinformación. Respaldar esto con confianza y transparencia en relación con la gobernanza y la toma de decisiones, que surja de la comunicación oportuna y culturalmente adaptada de información precisa, evidencia e incertidumbre, y de las lecciones aprendidas de la respuesta a la pandemia COVID-19 y emergencias de salud pública anteriores. Emprender la promoción de la salud y trabajar sobre los determinantes sociales de la salud para abordar otros problemas de salud críticos, como las enfermedades no transmisibles, la salud mental y la alimentación y la nutrición, como parte de los esfuerzos para mejorar la resiliencia general a las futuras crisis de salud y, además, asegurar un envejecimiento. y respuesta sensible al género a crisis futuras.

15) Abordar la necesidad de mecanismos mejorados, simplificados, sostenibles y predecibles para financiar la preparación, la prevención, la detección y la respuesta a una pandemia a largo plazo, así como la capacidad de aumento, capaz de movilizar rápidamente fondos y recursos públicos y privados de manera coordinada, transparente y de manera colaborativa y con una sólida rendición de cuentas y supervisión. En un espíritu de solidaridad, unir esfuerzos para apoyar, en particular, la fabricación y el suministro de vacunas y otros suministros y / o la provisión de fondos para la compra de vacunas, a los países de ingresos bajos y medianos.

16) Procurar asegurar la efectividad de dichos mecanismos de financiamiento, incluso mediante el apalancamiento de financiamiento combinado, mecanismos innovadores, fuentes públicas, privadas y filantrópicas, y fondos de instituciones financieras internacionales. Tratar de evitar la duplicación de esfuerzos y subrayar la necesidad de que los países financien sus capacidades nacionales de IHR e I+D, principalmente a través de recursos nacionales de acuerdo con sus circunstancias nacionales, y recabar apoyo para aquellos que no pueden hacerlo. Subrayar la importancia de los esfuerzos multilaterales para satisfacer las necesidades de financiamiento de los países de ingresos bajos y medianos, incluida la nueva asignación general propuesta de Derechos Especiales de Giro por parte del FMI, una reposición ambiciosa de la AIF20 (Asociación Internacional de Fomento, entidad del Banco Mundial) y las medidas existentes respaldadas por el G20. Acoger con beneplácito el trabajo en curso de los Bancos Multilaterales de Desarrollo y las Organizaciones Internacionales y pedir que, dentro de sus mandatos y presupuestos respectivos, aumenten sus esfuerzos para apoyar mejor la preparación, prevención, detección, respuesta y control de las amenazas a la salud y mejorar su coordinación.