jueves, 7 de diciembre de 2023

 


La victoria de Milei vista por los protagonistas mundiales

El triunfo de Milei repercute adentro y fuera de la Argentina. Por doquier los portales se hacen eco de lo acontecido y especulan sobre el modo en que la situación creada pueda incidir en el futuro del país y su reinserción en la escena internacional.

 7 diciembre, 2023

Por Alberto Ford (*)

Para los observadores locales lo ocurrido es un fin de ciclo aunque como es obvio las opiniones divergen sobre sus eventuales derivaciones. Hay coincidencias en que los realineamientos políticos operados alrededor de los comicios irán afectando la composición de su sistema de partidos.

En esta oportunidad no es el Papa ni un virtuoso de la gambeta con la Nº 5 pegada al pie; tampoco es lo inaudito del 50% de pobres en un país rico. Ahora es Javier Milei, un recién llegado a las lides políticas que apenas era conocido por la gente hace dos años, el que nos ha puesto otra vez en las primeras planas del mundo: el arrasador triunfo del libertario en el balotaje el 19 de noviembre de 2023 ha sorprendido no solo localmente.

Con una retórica subida de tono tan del gusto bolivariano para el presidente Maduro “ganó la extrema derecha neonazi en Argentina… que viene con un proyecto colonial para la Argentina, pero que pretende liderarlo en toda América Latina y el Caribe”. Un poco más calmo, según el presidente de Colombia “ha ganado la extrema derecha en Argentina…es triste para América Latina”. Por su parte, Daniel Ortega acaba de anunciar el retiro de su embajador en Argentina, ante “reiteradas declaraciones” contra su gobierno por parte del presidente electo argentino.

El resto de las declaraciones han sido más formales aunque no disimulan la desconfianza. Los posicionamientos en desarrollo ameritan seguir atentamente la evolución de los acontecimientos a medida que se va instalando, actúa y define su perspectiva la nueva administración.

Fuera de la región las opiniones se diferencian. En el lado democrático de la grieta global, léase EE.UU. o la Unión Europea, las declaraciones son más mesuradas reflejando expectativas que hasta pueden ser esperanzadas.

No lo son tanto del lado autocrático. En el controvertido canal RT que es donde se expresan las posiciones oficiales de la diplomacia rusa las elecciones argentinas fueron seguidas con expectativas hasta que se conocieron los resultados y la actitud pasó a ser distante por no decir desconfiada, como si se hubiera acabado el crédito.

“Hemos tomado nota de una serie de declaraciones que el señor Milei hizo durante la campaña electoral, pero nos centraremos en él y lo juzgaremos principalmente por las declaraciones que haga después de la toma de posesión” declaró el influyente vocero presidencial del Kremlin.

En su primera salida al exterior, el viaje de Milei a EEUU y las entrevistas con Bill Clinton y funcionarios de Biden son un dato relevante para conjeturar sobre el eventual alineamiento del gobierno. La visita la realizó en calidad de presidente electo, aun no en funciones, una situación que habitualmente merece un tratamiento de menor relevancia en la diplomacia; sin embargo fue recibido por Clinton, un ex presidente de gran visibilidad cuyo showing suele ser muy oneroso.

La entrevista con Jake Sullivan fue el plato fuerte de la visita; el funcionario a cargo de la seguridad nacional es el de mayor influencia en la actual administración de EEUU.

Por su parte, Diana Mondino, que estará a cargo de la cancillería, declaró que se opone al ingreso de Argentina a los BRICS desconociendo los compromisos adoptados por el gobierno peronista. Los vaivenes ocurren en medio de una relación con Lula hasta ahora dual mientras se ha privilegiado ostensiblemente la figura de Javier Bolsonaro. Empero, todo se comenzó a normalizar cuando Mondino llevó una carta de Milei al canciller Celso Amorim con la invitación a Lula para que asista a la asunción presidencial.

Milei no está solo. En realidad pocas veces un presidente estuvo tan acompañado, no por el apoyo de un electorado altamente reactivo -una parte propia y otra prestada- sino por el rechazo social provocado por la gestión de peronización extrema ejecutada por la administración saliente.

En un momento alarmaron palabras hirientes para la democracia vertidas por el candidato, pero finalmente en las decisiones del electorado pesó el rechazo a una situación insostenible totalmente carente de perspectivas plausibles.

La gente está harta de promesas incumplidas y quiere sinceridad aunque la verdad sea indigerible. Milei agitando el rechazo a la casta pegó en el clavo. La evidencia de los hechos está más allá de las palabras.

La posición de RT, Maduro y Ortega, el anunciado no ingreso a los BRICS y el viaje a EEUU, nos ubican en el plano político del lado democrático de la grieta global. Con una salvedad: las relaciones internacionales (RR.II) se dan en distintos niveles cuánticos.

Argentina tal vez se irá pareciendo a la hibridez del estilo de la India: se permite estar en la Organización de Cooperación de Shanghái con Rusia, China, Irán, Pakistán y Turquía del lado autocrático de la grieta, y al mismo tiempo en el QUAD con Australia, Japón y EEUU.

Es esperable que nuestro país esté más volcado diplomáticamente a Occidente por razones geopolíticas. Pero al dejar librado a los empresarios el comercio internacional, la posición no carecerá de cierta ambigüedad aunque finalmente en algunas cuestiones aparezca más alineado con EEUU, sobre todo si este país hace valer su pertenencia y se vuelca más al hemisferio americano viendo los problemas que ha tenido en otras latitudes.

Estamos frente a una movida geopolítica de alcance global, una nueva configuración que va tomando cuerpo y se va definiendo sobre la marcha; una expresión nítida de autopoiesis. Hoy no hay nadie, a uno y otro lado de la grieta, que hable mal o se desentienda del multilateralismo. El problema epistemológico que se muestra más complicado que complejo es el de tratar de entender lo nuevo con patrones conceptuales ya vencidos.

Reconfiguración del sistema político

Hubo movimientos sorpresivos alrededor de los comicios. En ese contexto de crisis lo más significativo fueron los desgloses producidos en Juntos por el Cambio por parte de alas del radicalismo y del PRO, lo que contribuyó a blanquear disfuncionalidades que venían trabando la experiencia de unidad más exitosa y promisoria que ha producido la clase media argentina.

Con desprendimientos en sus bordes derecho e izquierdo el purgado de Juntos por el Cambio está preanunciando una reconfiguración inédita del sistema político vigente; sus consecuencias organizacionales se proyectarán más allá de las causas que le dieron origen para afectar todo el sistema de partidos, agrupamientos, andariveles ideológicos, prácticas legislativas y hasta la modulación de la opinión pública. Una inocultable crisis de crecimiento.

Puntualmente el trastorno mayor está a las puertas del peronismo. A lo largo de los 80 años que lleva la prolongada y agobiante decadencia de la vida argentina, el núcleo de poder peronista se ha ido constriñendo hasta quedar su núcleo más refractario afincado solo en una parte del conurbano bonaerense.

El PJ se está quedando en forma ostensible por primera vez y según creo esta vez en forma definitiva sin un liderazgo excluyente para definirse como partido, una carencia insalvable para su ADN organizacional, y una razón de peso para irse transformando sin vueltas en un ensamble irregular por medio de un metabolismo de alcance federal que neutralice las ambiciones de sus dirigentes.

Aunque Antonio Cafiero decía lo contrario: cuando se oía ruido de peleas al interior era que se estaban reproduciendo; pero por ahora los peronistas están aturdidos y no se los escucha salvo como primera minoría en alguna acción puntual de los aprontes legislativos o en las bravatas piqueteras y sindicales.

Como dijo un vocero de Gildo Insfrán “muchas personas que estaban con responsabilidades hoy ya no las tienen”; en buen romance un infructuoso y anacrónico barajar y dar de nuevo en cuanto a promesas y expectativas.

El domingo 19 de noviembre de 2023 con los resultados a la vista, Sergio Massa y su esposa Malena Galmarini se veían despechados con cara de haber sido engañados, como si les hubieran prometido algo distinto a lo que finalmente obtuvieron.

Me viene a la memoria esa larga reunión con Jake Sullivan hace un par de años en la embajada americana cuando Massa sintiéndose futuro presidente planteó que la Argentina podía ejercer un “liderazgo regional”.

Una de las notas destacadas de estos días fue el apoyo suplementario de algunos dirigentes radicales a la candidatura de Massa. Lo ocurrido fue sorpresivo pero no inexplicable si miramos un poco hacia atrás.

La ruta abierta por los cuadros relevantes que compusieron el Movimiento Nacional Alfonsinista (MNA) para insertarse y tener un desempeño destacado en las filas peronistas, estaban preanunciando un sinceramiento que ahora emerge con una claridad meridiana para los realineamientos partidarios y de paso para los estudios académicos.

La constitución del MNA una corriente químicamente pura proveniente del radicalismo no fue una deslealtad sino la expresión de un blanqueo ideológico. La influencia del nacional populismo (antaño denominado nacionalismo burgués) en el radicalismo es de vieja data; se suele discutir si lo es desde los tiempos fundacionales del yrigoyenismo.

Sin embargo, fue con la Declaración de Avellaneda en 1946 donde se puso de manifiesto con mayor nitidez ese conglomerado de concepciones ideológicas que, hay que reconocerlo, son claramente mayoritarias no solo en el radicalismo y el peronismo sino en la sociedad argentina en su conjunto; solo es cuestión de raspar un poco la pintura para ver el fondo.

Por su parte, el componente económico de esa mixtura ideológica son las concepciones generadas en los trabajos de Raúl Prebisch de gran influencia no solo entre economistas, sino también políticos, empresarios, sindicalistas y fuerzas armadas de nuestro país y más allá de él.

Aunque sea difícil definir de una pincelada tamaña adjudicación de pertenencias, en las últimas décadas se ha puesto de relieve la forma en que las concepciones autárquicas, de encierro nacional, han sido dominantes en la región.

Es difícil afirmar que esos factores fueran los únicos causantes de movidas tan prolongadas; pero sin duda han sido la expresión de la decadencia hechos tales como la ideologización de la teoría de la dependencia, la manipulación de la noción de los términos de intercambio, el relato de la sustitución de importaciones, las políticas cerriles de autarquía nacional y el consecuente prebendarismo empresario.

El problema es que las cosas han dado una vuelta de campana en el mundo y quien las representa con mayor fidelidad hoy en la Argentina, a pesar de sus extravagancias que ya está dejando de lado (“si no denunciaba la casta no me votaba nadie”), es el presidente electo.

¿Puede seguir nuestro país dando la espalda a las megatendencias globales cuando su único ciclo largo de crecimiento sostenido fue cuando se puso en sintonía con esos vectores, léase el inicio de la Organización Nacional en 1862? Es lo que vamos a ver pronto.

Los primeros pasos dados por el Milei ya electo no son tan aciagos como los augurios. La vieja guardia que lo rodeo desde el inicio de su proyecto formada por gente con una definición ideológica subida de tono ha sido desplazada. El PRO ocupa su lugar y el peronismo de geometría variable trata de posicionarse a partir de su fuerza legislativa más nutrida. El ex presidente Macri, fungiendo de cardenal Richelieu como se dice, da gobernabilidad, previsibilidad y confianza externa al proyecto.

A partir de ahora, con los sorpresivos resultados en los comicios y los cambios correspondientes, el sistema de partidos se ira destejiendo como una tricota para alumbrar una previsible avenida de tres andariveles en la que transiten más o menos agitadamente los siguientes conjuntos:

  • el nacionalista popular (Nac&Pop) con el grueso del peronismo y desprendimientos de la UCR,
  • un centro de tipo social demócrata basado en el núcleo de Juntos por el Cambio con la composición actual pero con los bordes recortados,
  • un centro derecha con mayor o menor protagonismo según las oportunidades que se le presenten a partir de ser oficialistas.

Los afectados por la fragmentación partidaria se irán reubicando según sus preferencias ya que habrá para todos los gustos. A medida que la administración mileísta comience a funcionar, la nueva disposición sin mayorías irá adquiriendo una importancia creciente en la agenda pública, en el tratamiento académico y en el imaginario de los ciudadanos.

Está claro que no desaparecerán peronistas, radicales ni los integrantes del PRO, pero los partidos irán adoptando de hecho formas quasi confederadas con debilitamiento del unitarismo y la débil probabilidad de que aparezcan liderazgos excluyentes.

Argentina ya ha iniciado el recorrido de su segundo ciclo largo de crecimiento. Tendrá que nacer una nueva política para hacer posible que ese crecimiento se transforme en desarrollo regional, nacional, social y humano.

(*) Ingeniero Alberto Ford; IRI / UNLP. Diciembre de 2023; albertoford42@yahoo.com.ar

martes, 14 de noviembre de 2023

 

Balotaje+

Aunque por razones de proximidad giro en torno al balotaje, esto que escribo no es un mensaje político. No menciono a ningún candidato ni propongo optar por alguno de ellos. Solo comparto algunas reflexiones de circunstancia sobre la herramienta artesanal que tengo a mano para atravesar este duro trance de votar a disgusto.

Como ya he dicho mi método consiste en ir descartando de a una 5 alternativas (continuidad, en blanco, anulado, abstención, cambio) con la expectativa de que el próximo domingo tenga por lo menos algo para hacer en el cuarto oscuro.

Son dos opciones activas –llamémoslas así- y tres pasivas. Pero hace unas horas se incrementó el protagonismo del voto en blanco con la conferencia de prensa en la que Rodríguez Larreta “ratificó la neutralidad porque quiere evitar que el partido gire hacia una opción de extrema derecha”.

La posición ya había sido asumida oficialmente por los radicales y apoyada enfáticamente por aquellos que disponen de poder territorial al frente de gobiernos provinciales y municipales; en el mismo sentido obraron los pronunciamientos de la Coalición cívica, Pichetto y la gente Schiaretti.

La connotación de la situación creada es la siguiente: el domingo se elige un presidente, con la importancia que eso tiene para la democracia, pero también se decide sobre un periodo de gobierno que comienza en diciembre.

Los próximos cuatros años estarán condicionados, sobre todo en lo referido al  funcionamiento legislativo, por una correlación de fuerzas carente de mayorías. Esa paridad que solo se podrá administrar a partir de negociaciones aumentará su importancia por la potencial conflictividad de medidas de gobierno que no pueden ser tomadas sin el aval del Congreso.

Asimismo, la opinión pública promete estar fuertemente polarizada dando lugar a que esa actriz socio-política adquiera un protagonismo mayor del que ha tenido hasta ahora. En esa perspectiva el voto en blanco (o eventualmente la abstención), normalmente irrelevantes, cobran otro valor en los comicios presidenciales pero también con relación a los cambios en ciernes del sistema político argentino.

—o0o—

Cuando Macri y Bullrich sin consultar a sus conmilitones deciden apoyar a La Libertad Avanza del mismo modo que un grupo de radicales lo hace con la fórmula peronista, ambos están contribuyendo a forzar el blanqueo de las desavenencias larvadas que han venido debilitando a Juntos por el Cambio, la coalición más exitosa que supo crear la clase media.

A partir de ahora, cualquiera sea el resultado del balotaje+, con las sorpresivas medidas el nuevo establishment político quedará influenciado por tres grandes conjuntos: el nacionalista popular (Nac&Pop), otro en el centro de tipo social demócrata (un Juntos por el Cambio más prolijo con los bordes recortados), y el entrismo de la derecha aprovechando las oportunidades que se le presenten. Los afectados por la fragmentación partidaria se irán reubicando según sus preferencias ya que habrá para todos los gustos. 

En el fragor de la batalla electoral el tema de marras está ausente. A medida que la administración comience a funcionar en diciembre, la nueva disposición sin mayorías irá adquiriendo una importancia creciente en la agenda pública, en el tratamiento académico y en el imaginario de los ciudadanos.

Está claro que no desaparecerán peronistas, radicales ni los integrantes del PRO, pero los partidos irán adoptando de hecho formas cuasi confederadas con debilitamiento del unitarismo y la débil probabilidad de que aparezcas liderazgos excluyentes.

 

Ing. Alberto Ford

Buenos Aires, 14 de noviembre de 2023

miércoles, 8 de noviembre de 2023

 

La pobreza territorial condiciona el futuro



La pobreza territorial condiciona el futuro

La situación generada en torno a la pobreza, sus características más notables así como el esbozo de algunas medidas que se podrían adoptar constituyen partes del abordaje de uno de los conflictos más críticos de la realidad social que vive nuestro país.

 8 noviembre, 2023

Por Alberto Ford

La pobreza es un proceso complejo cuya influencia depende en gran medida del lugar donde se manifiesta.

En la Argentina la pobreza alcanza masa crítica en el Gran Buenos Aires generando una persistente saturación demográfica cuyo volumen contribuye a desequilibrar la geografía política y económica de nuestro país.

Esa combinación de factores interactivos establece una secuencialidad de bucle que se puede desplegar de la siguiente manera: pobreza / migración / conurbanización / incremento poblacional / desequilibrio territorial / aumento de la pobreza.

El abordaje de la problemática requiere de un marco teórico adecuado; asimismo, el diseño eficiente de políticas públicas se debe combinar con las oportunidades provenientes de vectores exógenos que son parte de la globalización en cuya agenda la pobreza es un ítem fundamental.

Las consecuencias de la pobreza son de lo más diversas. Con respecto a las elecciones generales habidas el mes de octubre de 2023 algunos analistas han puesto en evidencia la relación sinérgica entre pobreza, territorio y demografía.

Según esos puntos de vista el repunte del peronismo en las elecciones generales del mes pasado es consecuencia entre otras cosas de la activación de ese círculo vicioso que ha sido aprovechado al máximo por la primera minoría del espectro político de nuestro país.

El 80% de la pobreza existente en el país se concentra en los conurbanos. Si la lucha para reducirla ha sido infructuosa cabe preguntar qué parte del fracaso se debe a la calidad de las políticas públicas y cuánto a la propia existencia de esa malformación ecosistémica.

Existe la llamada paradoja de los conurbanos por la cual todo lo que se haga para “mejorar” la situación actúa en sentido contrario: los recursos asignados aunque las intervenciones estén bien concebidas obrarán inexorablemente para atraer familias desde lugares donde la pobreza roza la indigencia esterilizando por saturación las medidas adoptadas.

En la búsqueda de mejores condiciones de existencia, las familias pobres migran no solo desde el interior sino también desde los países vecinos hacia las villas y asentamientos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

En destino las espera una vida hogareña y barrial igualmente riesgosa… pero con algunas facilidades que no tenían en sus lugares de origen: acceso gratuito a la salud y la educación, la posibilidad de conseguir un plan, sobrevivir del cartoneo o haciendo changas.

En esas condiciones límites entran a jugar los factores políticos. Desde esa óptica más que un problema a resolver el conurbano pasa a ser una oportunidad.

En 2014 el peronismo presentó una iniciativa parlamentaria por la cual se instituye el 7 de octubre de cada año como el día nacional de la identidad villera.

La pobreza es un sistema multidimensional de índole compleja que muestra muchas facetas y la diversidad de puntos de vista hace posible abordar el flagelo de la pobreza en sus distintos aspectos.

Se puede distinguir, en primer lugar, la familia directamente afectada, pero también los diversos intereses del entorno donde la pobreza se manifiesta a los que se les asigna importantes recursos del presupuesto nacional.

Ese conglomerado está constituido por los políticos encarnados en los punteros, los sucesivos eslabones de las burocracias estatales a cargo de la implementación de los programas sociales (diseño, ejecución, evaluación), las iglesias de distinto signo que tienen un intenso protagonismo, el medio académico que destina muchas horas al estudio de la misma, y el enfoque de los medios de comunicación a través de los cuales se forma la opinión pública sobre uno de los aspectos de mayor incidencia en la marcha de nuestra sociedad.

El hogar pobre es un sistema homeostático queriendo significar con ello que la reacción operada frente a un estímulo negativo hace que ese organismo se acomode rápidamente a la nueva disposición en el diagrama de las fuerzas resultante, para terminar quedando más o menos como estaba al principio pero con una cuota adicional de frustración.

En esas circunstancias opera un sentimiento bastante extendido que es el de la resignación que hace que el descreimiento habitual se afirme en la idea de que nada puede cambiar.

Como cualquier cuerpo vivo, la pobreza pensada como sistema construye sus propios mecanismos autorreferenciales y justificatorios. Obra de esa manera para hacer más llevadera una situación dura y configurar, en un juego de recursividades, un componente de sentido al que ni siquiera se le confiere un carácter transitorio.

Hay fatalismo, y sobrellevarlo implica crear mecanismos de compensación. Esta simbiosis es abarcativa; no solo se refiere a la estructura en sí sino que, invasivamente, compromete a todas las partes integrantes y sus interrelaciones con el entorno.

Aunque un sistema autopoiético se mantenga en desequilibrio, es capaz de conservar una consistencia sistémica al metabolizar permanentemente la energía de su medio; en este caso, los impactos que reciben las familias incluso, paradójicamente, y en no pocas oportunidades, las adversidades que obran para incrementar el sentimiento fatalistas pero también una cuota de resistencia sorda, las ayuda a desenvolverse en situaciones de hostil adversidad. La pobreza termina siendo un estilo de vida al que no es del todo malo pertenecer.

Las condiciones de vida se deben mejorar en los lugares de origen de las familias. Retener la población y recuperar una parte de la que ya ha emigrado amerita generar fuentes de trabajo, acceso a una vivienda digna, fuertes inversiones en salud y educación.

Las mejoras deben tener escala regional mediante la federalización productiva en el ámbito donde se producen las migraciones: el NOA, el NEA, así como en Paraguay y Bolivia. Para ello podemos inspirarnos en la forma en que la Unión Europea encara la problemática de la pobreza y las migraciones.

La reconfiguración territorial y poblacional no necesariamente implica el masivo traslado de las familias que libremente opten por iniciar una nueva vida.

En los tableros de un aeropuerto las luces se prenden y apagan pero están siempre en el mismo lugar; sin embargo esas ondas visuales contienen información que comunicada fehacientemente facilitan la toma de decisiones en el momento oportuno.

Las familias pueden y deberían ir haciendo sus cálculos y los programas anti-pobreza intensificando sus propuestas las que deben ser cada vez más tentadoras y atractivas. El factor movilizante fundamental en las familias pobres son las expectativas favorables en tanto no sean defraudadas.

Algo que se quiera transformar debe arrancar de una inquietud estimulante; el auto conformismo o la resignación homeostática no movilizan.

Empero, el tiempo insumido hasta el logro de resultados sustentables, implica que hay un periodo en el que se debe asistir a las familias. El tipo y calidad de la vivienda transitoria es una variable clave.

La pregunta es si efectivamente la vivienda cumple el rol que se le asigna. En la ciudad de La Plata, se han levantado casas de dos plantas, de buena construcción, que se pueden ver al final de la autopista viniendo de Buenos Aires.

A su frente, en improvisados palenques, pacen atados ejemplares de esa sufrida raza de petisos que a diario, con lluvia o fuertes vientos, tiran sin descanso del carrito de los cartoneros por las calles de la ciudad. Hace años que la situación permanece estable sin haberse modificado y no se vislumbran perspectivas de serlo.

Con ese tipo de desatinos la familia se ve anclada en un lugar donde carece de perspectivas serias de superar su condición. Por el contrario, si esa misma vivienda se levanta en el lugar adecuado, entonces cumple una doble función: responde a una justa reivindicación, pero al mismo tiempo deviene punto de partida para incrementar las opciones de progreso para el núcleo familiar.

Las políticas sociales deben ser una herramienta eficaz para dotar al beneficiario de los recursos necesarios para desenvolverse en el mercado laboral. Una política social no puede concebirse en sí misma al margen de otras variables que hacen a la evolución de la familia.

Por su trabajo debe recibir una paga que alcance para mantener a su familia. Pueden ser microemprendimientos más o menos informales en sus primeros tramos, con una particular tolerancia para dar tiempo a la normalización.

El ascenso social es un proceso de alta complejidad que, en los grandes números, no se da sin la proclividad de un entorno. Eso es ambiente favorable, un estado de ánimo colectivo que se instala a partir de la política y la comunicación.

El tratamiento de la pobreza debe ser específico, a nivel de cada familia. Para ello existen bancos de datos que pueden ser utilizados para una eficaz tarea de promoción de las oportunidades de progreso en cada hogar. Con el big data de hecho ya están funcionando algoritmos que bombardean cada celular para promover el consumo (des)personalizado.

Existe hoy en nuestro país, en sus institutos y universidades, la capacidad suficiente para dotar de las herramientas más modernas para la implementación y gestión de una política como la que estamos imaginando.

En el caso de una política pública de “erradicación de la pobreza/reubicación de la población/desarrollo local” se requeriría un trabajo específico de:

  • diseño de los programas en función de los objetivos gubernamentales;
  • elección de variables a controlar y formulación de los indicadores adecuados;
  • ingreso de la información recopilada a las bases de datos;
  • formulación de los algoritmos y diseño de los modelos
  • simulación de escenarios;
  • elaboración de los modelos operativos (hojas de ruta).
  • evaluación de los resultados y comunicación de lo actuado
  • adecuación iterativa de las políticas públicas

Preliminarmente, podemos ver cómo se pueden gestionar las alternativas de reconfiguración social, demográfica y territorial incorporando indicadores de flujos y reflujos poblacionales, políticas federales de crecimiento, marcha de las inversiones nacionales e internacionales, resultados de las medidas impositivas implementadas, variación de las oportunidades de negocio, creación de puestos de trabajo, etc.

En suma, un modelo de circulación de oportunidades, implementado en forma transparente, puede ser una herramienta para comenzar a reconstruir el país con un aprovechamiento al máximo de las excepcionales condiciones que se nos irán presentando en esta fase de la globalización.

Reinsertarse en el mundo global y establecer relaciones de nuevo tipo implica concebir una macrorregión socio-económica sudamericana y apoyarse en los factores exógenos, básicamente el comercio y la producción a ese nivel, y en las facilidades que brinda la cooperación internacional bien ejecutada.

Acceder a los escenarios deseados y factibles en una política a largo plazo no implica que debamos esperar que emerjan por sí solos. Hay muchas cosas para hacer mientras tanto en torno a la pobreza sin las cuales las soluciones radican en un horizonte que siempre se va alejando.

martes, 7 de noviembre de 2023

 

La pobreza territorial condiciona el futuro argentino

 

La situación generada en torno a la problemática de la pobreza, pinceladas sobre sus características más notables así como el esbozo de algunas medidas que se podrían adoptar frente a la falta de soluciones, constituyen partes del abordaje de uno de los conflictos más críticos de la realidad social que vive nuestro país.

La pobreza es un proceso complejo cuya influencia depende en gran medida del lugar donde se manifiesta.

En la Argentina la pobreza alcanza masa crítica en el Gran Buenos Aires generando una persistente saturación demográfica cuyo volumen contribuye a desequilibrar la geografía política y económica de nuestro país.

Esa combinación de factores interactivos establece una secuencialidad de bucle que se puede desplegar de la siguiente manera: pobreza / migración / conurbanización / incremento poblacional / desequilibrio territorial / aumento de la pobreza.

El abordaje de la problemática requiere de un marco teórico adecuado; asimismo, el diseño eficiente de políticas públicas se debe combinar con las oportunidades provenientes de vectores exógenos que son parte de la globalización en cuya agenda la pobreza es un ítem fundamental.

Las consecuencias de la pobreza son de lo más diversas. Con respecto a las elecciones generales habidas este mes de octubre de 2023 algunos analistas han puesto en evidencia la relación sinérgica entre pobreza, territorio y demografía.

Según esos puntos de vista el repunte del peronismo en las elecciones generales del mes pasado es consecuencia entre otras cosas de la activación de ese círculo vicioso que ha sido aprovechado al máximo por la primera minoría del espectro político de nuestro país.

 

El 80% de la pobreza existente en el país se concentra en los conurbanos. Si la lucha para reducirla ha sido infructuosa cabe preguntar qué parte del fracaso se debe a la calidad de las políticas públicas y cuánto a la propia existencia de esa malformación ecosistémica.

Existe la llamada paradoja de los conurbanos por la cual todo lo que se haga para “mejorar” la situación actúa en sentido contrario: los recursos asignados aunque las intervenciones estén bien concebidas obrarán inexorablemente para atraer familias desde lugares donde la pobreza roza la indigencia esterilizando por saturación las medidas adoptadas.

En la búsqueda de mejores condiciones de existencia, las familias pobres migran no solo desde el interior sino también desde los países vecinos hacia las villas y asentamientos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). 

En destino las espera una vida hogareña y barrial igualmente riesgosa... pero con algunas facilidades que no tenían en sus lugares de origen: acceso gratuito a la salud y la educación, la posibilidad de conseguir un plan, sobrevivir del cartoneo o haciendo changas.

En esas condiciones límites entran a jugar los factores políticos. Desde esa óptica más que un problema a resolver el conurbano pasa a ser una oportunidad.

En 2014 el peronismo presentó una iniciativa parlamentaria por la cual se instituye el 7 de octubre de cada año como el día nacional de la identidad villera.

La pobreza es un sistema multidimensional de índole compleja que muestra muchas facetas y la diversidad de puntos de vista hace posible abordar el flagelo de la pobreza en sus distintos aspectos.

Se puede distinguir, en primer lugar, la familia directamente afectada, pero también los diversos intereses del entorno donde la pobreza se manifiesta a los que se les asigna importantes recursos del presupuesto nacional.

Ese conglomerado está constituido por los políticos encarnados en los punteros, los sucesivos eslabones de las burocracias estatales a cargo de la implementación de los programas sociales (diseño, ejecución, evaluación), las iglesias de distinto signo que tienen un intenso protagonismo, el medio académico que destina muchas horas al estudio de la misma, y el enfoque de los medios de comunicación a través de los cuales se forma la opinión pública sobre uno de los aspectos de mayor incidencia en la marcha de nuestra sociedad.

El hogar pobre es un sistema homeostática queriendo significar con ello que la reacción operada frente a un estímulo negativo hace que ese organismo se acomode rápidamente a la nueva disposición en el diagrama de las fuerzas resultante, para terminar quedando más o menos como estaba al principio pero con una cuota adicional de frustración.

En esas circunstancias opera un sentimiento bastante extendido que es el de la resignación que hace que el descreimiento habitual se afirme en la idea de que nada puede cambiar.

Como cualquier cuerpo vivo, la pobreza pensada como sistema construye sus propios mecanismos autorreferenciales y justificatorios. Obra de esa manera para hacer más llevadera una situación dura y configurar, en un juego de recursividades, un componente de sentido al que ni siquiera se le confiere un carácter transitorio.

Hay fatalismo, y sobrellevarlo implica crear mecanismos de compensación. Esta simbiosis es abarcativa; no solo se refiere a la estructura en sí sino que, invasivamente, compromete a todas las partes integrantes y sus interrelaciones con el entorno. 

Aunque un sistema autopoiético se mantenga en desequilibrio, es capaz de conservar una consistencia sistémica al metabolizar permanentemente la energía de su medio; en este caso, los impactos que reciben las familias incluso, paradójicamente, y en no pocas oportunidades, las adversidades que obran para incrementar el sentimiento fatalistas pero también una cuota de resistencia sorda, las ayuda a desenvolverse en situaciones de hostil adversidad. La pobreza termina siendo un estilo de vida al que no es del todo malo pertenecer.

 

Mitigar la pobreza es una imposición de los principios éticos básicos de Occidente, así como del simple auto-interés. En el largo plazo es improbable un mundo ordenado si el alto ingreso de una de sus partes coexiste con una pobreza extrema de la otra, mientras cobra vida “el mundo único” de la comunicación, de los problemas mutuos y de la interdependencia.  Richard N. Cooper, Karl Kaiser, Masataka Kosaka, Robert R. Bowie, Hacia un Sistema Internacional Renovado, Comisión Trilateral", 1977.

Las condiciones de vida se deben mejorar en los lugares de origen de las familias. Retener la población y recuperar una parte de la que ya ha emigrado amerita generar fuentes de trabajo, acceso a una vivienda digna, fuertes inversiones en salud y educación.

Las mejoras deben tener escala regional mediante la federalización productiva en el ámbito donde se producen las migraciones: el NOA, el NEA, así como en Paraguay y Bolivia. Para ello podemos inspirarnos en la forma en que la Unión Europea encara la problemática de la pobreza y las migraciones.

La reconfiguración territorial y poblacional no necesariamente implica el masivo traslado de las familias que libremente opten por iniciar una nueva vida.

En los tableros de un aeropuerto las luces se prenden y apagan pero están siempre en el mismo lugar; sin embargo esas ondas visuales contienen información que comunicada fehacientemente facilitan la toma de decisiones en el momento oportuno.

Las familias pueden y deberían ir haciendo sus cálculos y los programas anti-pobreza intensificando sus propuestas las que deben ser cada vez más tentadoras y atractivas. El factor movilizante fundamental en las familias pobres son las expectativas favorables en tanto no sean defraudadas.

Algo que se quiera transformar debe arrancar de una inquietud estimulante; el auto conformismo o la resignación homeostática no movilizan.

Empero, el tiempo insumido hasta el logro de resultados sustentables, implica que hay un periodo en el que se debe asistir a las familias. El tipo y calidad de la vivienda transitoria es una variable clave.

La pregunta es si efectivamente la vivienda cumple el rol que se le asigna. En la ciudad de La Plata, se han levantado casas de dos plantas, de buena construcción, que se pueden ver al final de la autopista viniendo de Buenos Aires.

A su frente, en improvisados palenques, pacen atados ejemplares de esa sufrida raza de petisos que a diario, con lluvia o fuertes vientos, tiran sin descanso del carrito de los cartoneros por las calles de la ciudad. Hace años que la situación permanece estable sin haberse modificado y no se vislumbran perspectivas de serlo.

Con ese tipo de desatinos la familia se ve anclada en un lugar donde carece de perspectivas serias de superar su condición. Por el contrario, si esa misma vivienda se levanta en el lugar adecuado, entonces cumple una doble función: responde a una justa reivindicación, pero al mismo tiempo deviene punto de partida para incrementar las opciones de progreso para el núcleo familiar.

Las políticas sociales deben ser una herramienta eficaz para dotar al beneficiario de los recursos necesarios para desenvolverse en el mercado laboral. Una política social no puede concebirse en sí misma al margen de otras variables que hacen a la evolución de la familia.

Por su trabajo debe recibir una paga que alcance para mantener a su familia. Pueden ser microemprendimientos más o menos informales en sus primeros tramos, con una particular tolerancia para dar tiempo a la normalización.

El ascenso social es un proceso de alta complejidad que, en los grandes números, no se da sin la proclividad de un entorno. Eso es ambiente favorable, un estado de ánimo colectivo que se instala a partir de la política y la comunicación.

El tratamiento de la pobreza debe ser específico, a nivel de cada familia. Para ello existen bancos de datos que pueden ser utilizados para una eficaz tarea de promoción de las oportunidades de progreso en cada hogar. Con el big data de hecho ya están funcionando algoritmos que bombardean cada celular para promover el consumo (des)personalizado.

Existe hoy en nuestro país, en sus institutos y universidades, la capacidad suficiente para dotar de las herramientas más modernas para la implementación y gestión de una política como la que estamos imaginando.

En el caso de una política pública de “erradicación de la pobreza/reubicación de la población/desarrollo local” se requeriría un trabajo específico de:

·            diseño de los programas en función de los objetivos gubernamentales;

·            elección de variables a controlar y formulación de los indicadores adecuados;

·            ingreso de la información recopilada a las bases de datos;

·            formulación de los algoritmos y diseño de los modelos

·            simulación de escenarios;

·            elaboración de los modelos operativos (hojas de ruta).

·            evaluación de los resultados y comunicación de lo actuado

·            adecuación iterativa de las políticas públicas

Preliminarmente, podemos ver cómo se pueden gestionar las alternativas de reconfiguración social, demográfica y territorial incorporando indicadores de flujos y reflujos poblacionales, políticas federales de crecimiento, marcha de las inversiones nacionales e internacionales, resultados de las medidas impositivas implementadas, variación de las oportunidades de negocio, creación de puestos de trabajo, etc.

En suma, un modelo de circulación de oportunidades, implementado en forma transparente, puede ser una herramienta para comenzar a reconstruir el país con un aprovechamiento al máximo de las excepcionales condiciones que se nos irán presentando en esta fase de la globalización.

Reinsertarse en el mundo global y establecer relaciones de nuevo tipo implica concebir una macrorregión socio-económica sudamericana y apoyarse en los factores exógenos, básicamente el comercio y la producción a ese nivel, y en las facilidades que brinda la cooperación internacional bien ejecutada.

Acceder a los escenarios deseados y factibles en una política a largo plazo no implica que debamos esperar que emerjan por sí solos. Hay muchas cosas para hacer mientras tanto en torno a la pobreza sin las cuales las soluciones radican en un horizonte que siempre se va alejando. 

 

Ing. Alberto Ford

IRI/UNLP  Noviembre de 2023

viernes, 20 de octubre de 2023

 


La Ruta de la Seda, otra vez protagonista internacional

La infraestructura de conectividad (IC) es el reflejo de los intereses comerciales dominantes en el momento que fue proyectada, sobre todo en lo referido a las obras necesarias para facilitar la producción de bienes y servicios.

 20 octubre, 2023

Por Alberto Ford

Los medios levantados normalmente son duraderos, pero los tiempos cambian y también lo hacen los requerimientos que justificaron sus características.

El modelo agroexportador en la Argentina es un leading case. La gigantesca estructura ferroviaria de forma de embudo, a pesar de haber sido el vehículo para la modernización del país, se volvió inútil cuando irrumpió el automotor; sin embargo, aún en el supuesto de una eventual sobrevivencia, el destino de esos miles de kilómetros de vías no hubiera sido distinto porque cambió el punto convergencia de la red hacia otro puerto de embarque.

Con la globalización se reformulan las dependencias que han condicionado los estado-naciones en los últimos siglos.

De igual manera la configuración de los mercados se ha visto modificada por el surgimiento de nuevos polos de actividad económica, y la Revolución científica y tecnológica nos conduce al reino de la abundancia lo que hace que la demanda insatisfecha pase a ser la variable crítica: ahora a cada persona se la ve como una potencial boca de consumo.

Para concebir la geopolítica el territorio adquiere otra entidad pero las disfuncionalidades remanentes están en todo el mundo lo que incentiva los intentos de redibujar el planeta.

El problema es tan importante que ocupa un lugar de relevancia en la agenda global y se lo trata al máximo nivel de la gobernabilidad.

La amplia convocatoria que ha logrado China con la Nueva Ruta de la Seda así como el rol de otros programas del mismo tipo es la expresión de esos cambios.

Al final del trabajo se ensayan algunos brochazos referidos al abordaje conceptual de la problemática.

El tercer foro

Luego de que los dos primeros tuvieran lugar en Kazajistán en 2017 y en Indonesia en 2019 esta semana se realizó en la capital china el 3º Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional bajo el lema Cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta: juntos por el desarrollo y la prosperidad comunes.

La participación en el Foro de 130 países representados mayoritariamente por sus máximas autoridades constituye un nivel de acreditación infrecuente para una actividad de este tipo de las realizadas por fuera de los organismos multilaterales.

“Juntos hemos llevado a cabo miles de proyectos de cooperación con fructíferos resultados tangibles. Juntos hemos escrito un magnífico capítulo para promover un mundo conectado y construir un camino para que todos prosperen individual y colectivamente” manifestó el presidente XI Jinping en la inauguración del Foro.

Xi a menudo cita un dicho popular chino que privilegia “primero carreteras, luego la prosperidad” para aducir sin duda con razón cómo la construcción de infraestructura puede estimular el desarrollo: en 40 años de apertura hacia Occidente China ha transformado la difícil geografía de su país para  terminar con la pobreza de sus 1500 millones de habitantes.

La Ruta de la Seda (BRIBound and Road Iniciative) protagoniza una vez más la escena internacional. Animado en 2013 por el gobierno de la República Popular China (RPCh), el programa es una estrategia dirigida a países de todos los continentes para invertir en el desarrollo de infraestructura de conectividad.

El BRI es conocido internamente como la Franja y la Ruta (one belt, one road, OBOR) y afuera como “Nueva Ruta de la Seda”, una marca instalada desde hace siglos pero que a la fecha se traduce de distintas maneras con evidente pérdida de impacto comunicacional.

Los datos precisos sobre la performance del BRI son esquivos tal vez debido al proverbial hermetismo chino o al hecho de que su dinamismo va tornando obsoletos los registros a medida de su obtención.

Los países se unen a la Iniciativa a través de un memorando de entendimiento sobre su participación. Hasta agosto de 2023, la Universidad Fudan de Shanghái informa que como firmantes de la BRI figuran 155 países que comprenden casi el 75% de la población y representan más de la mitad del PIB mundial.

Una nota del Diario del Pueblo órgano oficial del Comité Central del PCCh informa que están en marcha o han sido concluidos más de 3.000 proyectos cooperativos con inversiones de un billón (millón de millones) de dólares estadounidenses.

El Instituto Bruegel es un laboratorio de ideas con sede en Bruselas que extrajo información sobre el BRI de los principales medios de comunicación en casi 150 países. Sobre esta base llevó a cabo un análisis cuantitativo de la atención y la orientación emocional de la opinión pública mundial obteniendo una visión muy positiva sobre la Iniciativa china.

¿La nueva Ruta de la Seda es el Plan Marshall del siglo XXI? Aún es prematuro dar una respuesta. Mientras tanto se puede ver cuál es el contexto que da lugar al BRI y otros programas afines.

El mismo año en que Xi Jinping hace la presentación oficial del BRI en Astaná (Nur Sultán) y Yakarta, en San Petersburgo el G20 incorpora a su agenda la temática de la infraestructura de conectividad.

Cuatro años después, en la declaración de líderes de la Cumbre de China 2016, se lee que “la conectividad de la infraestructura es fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible y la prosperidad compartida”

En este trabajo nos referimos a la infraestructura física. La dinámica de la digital está regida por las leyes del mercado como lo demuestra en estos días la carrera entre las tecnológicas de Elon Musk y Jeff Bezos para ofrecer desde el espacio acceso a Internet de alta velocidad.

En su concepción actual la Ruta de la Seda está compuesta de seis corredores principales con diferentes grados de desarrollo:

  • China-Pakistán. Su objetivo principal es conectar la ciudad de Kashgar, en Xinjiang, situada a unos 4.000 kilómetros de la costa, con el puerto de aguas profundas de Gwadar en Pakistán, y acceder

de esa manera a la Ruta Marítima del Mar de Arabia.

  • Nuevo Puente Terrestre Euroasiático. Nace en la costa este de China y se extiende por el continente euroasiático, llegando a Europa Oriental y Central a través del noroeste de China, con una extensión de 10.000 kilómetros.
  • China-Asia Central-Asia Occidental. Se solapa en algunos tramos con el Nuevo Puente Terrestre Euroasiático. Comienza en Xinjiang, una de las regiones más importantes en la antigua Ruta de la Seda, para atravesar Kazajistán, Uzbekistán, Irán, Irak y Turquía hasta llegar al Mediterráneo.
  • China-Mongolia-Rusia. Está formado por la unión del Ferrocarril Transiberiano con el Programa de Mongolia Ruta de la Pradera que incluye proyectos de autopistas, trenes y tuberías de gas natural y petróleo.
  • China-Península de Indochina. Cuenta con proyectos de construcción de puertos y trenes de alta velocidad, cuyo objetivo es unir la ciudad china de Kunming con Singapur.
  • Bangladesh-China-India-Myanmar (BCIM). Este corredor es el único multimodal, contemplando tramos terrestres y marítimos.

Paralelamente van cobrando importancia dos corredores que se conectan con el BRI, uno en sentido vertical a través del Asia Central, y el otro marítimo por el Ártico que se hace navegable debido al mayor deshielo producido por el cambio climático.

El Corredor internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), que promueven Rusia, Irán y la India para conectar el Mar Báltico con el Océano Indico, involucra a países de la UE y ribereños del Mar Caspio.

El INSTC es una red de transporte multimodal de 7.200 km que facilita el comercio internacional de mercancías entre varios puertos y ciudades tanto de Europa como de Asia ofreciendo una alternativa más económica y rápida que las actuales.

Para la India el costo de enviar mercancías por la ruta del INSTC es un 30% más barato y un 40% más corto que por el canal de Suez. Por añadidura es un proyecto de valor estratégico para enfrentar la creciente influencia china a través del BRI.

Son miembros del corredor: Irán, Rusia, India, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Ucrania, Bielorrusia, Omán y Siria.

La importancia que adquiere el cruce del BRI con el INSTC por el Asia Central confirma las predicciones del geógrafo inglés Halford Mackinder sobre el valor estratégico de esa región mediterránea.

En el mismo sentido, el “Gran Juego” es una expresión popularizada por el escritor Rudyard Kipling en su novela Kim publicada en 1901 para describir la rivalidad entre el Imperio ruso y el Imperio británico en su lucha por el control de Asia Central y el Cáucaso durante el siglo XIX.

Entre los distintos recorridos proyectados para navegar por el Ártico se destacan tres: el Paso del Noroeste (NWP) que bordea Norteamérica y Canadá, la Ruta Marítima del Norte o Paso del Noreste (NEP) aledaño a territorio ruso y costas de Noruega, y la Ruta Marítima Transpolar que transcurre por aguas internacionales.

La de mayor uso e infraestructura de apoyo es la NEP. La incorporación progresiva de las tres alternativas depende del derretimiento de los hielos y de la dotación de rompehielos atómicos asignados. En esta etapa Rusia lleva la delantera en medio de una creciente puja geopolítica. En cualquier caso el futuro irá decidiendo cuál de las opciones operativas es la más conveniente.

En el año 2013 un carguero perteneciente a la Compañía de Navegación Oceánica de China (COSCO), utilizó la nueva ruta de navegación para recorrer 5.400 kilómetros uniendo satisfactoriamente el puerto de Dalian (provincia de Liaoning) con el puerto de Rotterdam (Países Bajos). La travesía le permitió reducir hasta en un 40% la duración del viaje entre Asia y Europa.

En el mundo hay muchos corredores y opciones para proyectos de infraestructura de conectividad. Consciente de la problemática y de su enorme importancia geopolítica y comercial el G20 ha tomado distintas medidas.

Para el seguimiento de la situación existente y de los proyectos posibles, el G20 puso en marcha una iniciativa denominada Alianza de Conectividad de Infraestructura Global (GICA) que funciona en el ámbito del Grupo Banco Mundial (GBM). Por su parte, el Hub de Infraestructura Global (GIH) con sede en Australia se encarga del financiamiento de los proyectos y la participación público-privada en los mismos.

GICA tiene como objetivo mejorar la cooperación y las sinergias de la infraestructura global existente y futura con los programas de facilitación del comercio que buscan mejorar la conectividad dentro y entre los países.

La  Alianza ha desarrollado su plan de trabajo anual y se espera que las principales actividades incluyan el mapeo de iniciativas de conectividad en todo el mundo, la evaluación del desempeño, el desarrollo de una descripción general de las megatendencias en el tema y el intercambio de buenas prácticas.

El GIH fue establecido por el G20 para ayudar a desbloquear billones de dólares en inversión con el fin de financiar la muy necesaria infraestructura pública. Existe un entendimiento entre GICA y GIH para el trabajo conjunto.

En el lado democrático de la grieta global obviamente existe un mayor desarrollo de la infraestructura, una evidencia que no alcanza a disipar las preocupaciones generadas por el impacto geopolítico de los movimientos de su contraparte.

Pensado como alternativa a la Nueva Ruta de la Seda, el presidente Biden presentó el programa Build Back Better World (B3W) en la reunión del G7 de Carbis Bay (UK) en junio de 2021. Al año, en la siguiente Cumbre de Líderes del G7 en Alemania, se lanzó formalmente la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales (PGII)

El objetivo de los programas es catalizar el financiamiento de infraestructura de calidad por parte del sector privado y alentar inversiones que apoyen la conectividad, el clima, la seguridad sanitaria, la tecnología digital y la equidad e igualdad de género.

En paralelo, Global Gateway es una estrategia de la UE para impulsar vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte, así como para potenciar los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo. El programa tiene previsto hasta 2027 movilizar € 300 000 millones en inversiones.

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Para el empresario americano de origen hindú Parag Khanna con un PhD sobre relaciones internacionales en la London School of Economics “la descentralización es la encarnación geopolítica de la segunda ley de la termodinámica según la cual todos los sistemas tienden hacia la máxima entropía”.

El enigmático significado del epígrafe con que el autor inicia su best seller Conectografía: mapear el futuro de la civilización mundial, da una idea de la forma en que el incremento de la conectividad, obrando de medio para la descentralización, es un componente principal de la geopolítica.

¿Qué tiene que ver la entropía con la descentralización?

La entropía se asocia con el caos y el desorden; sin embargo, una aplicación de dicho concepto a otro tipo de fenómenos fuera de la termodinámica nos dice que la entropía es una propiedad que se relaciona con las opciones disponibles de un sistema para compartir información, lo que normalmente depende del nivel de conocimiento, así como la velocidad con que se trasmiten los mensajes que porta la comunicación establecida; variable de estado en un caso, variable de cambio en el otro.

Según ese enfoque, a medida que los sistemas van estableciendo las conexiones posibles y la información se va traduciendo en comunicación, la capacidad de compartir bits se va apagando paulatinamente o lo que es equivalente va aumentando la entropía hasta llegar a su máximo cuando se agota el saber almacenado.

En ese estadio se produce un salto cuántico y se inicia otro círculo virtuoso. Si la entropía, siempre positiva, aumenta en forma controlada, da cuenta del incremento de las comunicaciones establecidas así como la posibilidad de establecer otras nuevas. En Voces, Antonio Porchia (1943) dice: “Se me abre una puerta, entro y me hallo con cien puertas cerradas”.

En las vías de comunicación vigentes en el mundo colonial y neo-colonial había muy pocas posibilidades de que por ellas circulara algo que no fuera su razón de ser: en un sentido llevar materias primas al puerto y en el contrario bienes terminados lo que asfixiaba la manufactura regional dando lugar a situaciones de alta entropía por falta o disminución de alternativas laborales y productivas.

Es el caso de nuestros ferrocarriles. Con el tiempo, cuando la disfuncionalidad llega a su cúlmine en el primer peronismo, en lugar de traer riqueza al puerto los trenes se encargaron de relocalizar la pobreza.

El crecimiento del conurbano bonaerense fue irrefrenable. Las familias de menores recursos  podían disponer de más servicios y posibilidades de sobrevivencia que en el Impenetrable de Formosa.

La gestión del conurbano se asemeja al manejo del Titanic. Se pueden hacer todas las cosas bien a bordo pero si no se corrige el rumbo el choque con el iceberg será inevitable.

Controlar la entropía para administrar las opciones de crecimiento y facilitar las sinergias entre todos los punto del territorio, amerita avanzar en una configuración reticular de trama y urdimbre para que de esa manera “la descentralización sea la encarnación de la (nueva) geopolítica” como afirma en su acápite el best seller del empresario indo-americano.

Ejemplos del tipo no faltan en el mundo. Solo una concepción global de consenso podrá sobreponerse positivamente a las “cruzadas modernizadoras” que nos condicionaron durante siglos. Programas como la Ruta de la Seda apuntan a ello.