martes, 12 de mayo de 2020




Reunión virtual extraordinaria de ministros de agricultura del G20.

Declaración sobre COVID-19.

21 de abril de 2020.


Nosotros, los ministros de agricultura del G20, estamos profundamente tristes por las devastadoras pérdidas humanas y el sufrimiento causado por la propagación de COVID-19. Nos comprometemos a cooperar estrechamente y tomar medidas concretas para salvaguardar la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial.

Reafirmamos la importancia de trabajar para garantizar el flujo continuo de alimentos, productos e insumos esenciales para la producción agrícola y alimentaria a través de las fronteras, en línea con nuestra Declaración de Líderes sobre COVID-19 del 26 de marzo de 2020. Reconocemos los desafíos de minimizar el riesgo de COVID-19 mientras se mantienen en funcionamiento las cadenas de suministro de alimentos. Continuaremos trabajando para garantizar la salud, la seguridad, el bienestar y la movilidad de los trabajadores en la agricultura y en toda la cadena de suministro de alimentos.

Nos protegeremos contra cualquier medida restrictiva injustificada que pueda conducir a una volatilidad excesiva de los precios de los alimentos en los mercados internacionales y amenazar la seguridad alimentaria y la nutrición de grandes proporciones de la población mundial, especialmente los más vulnerables que viven en entornos de baja seguridad alimentaria. Estamos de acuerdo en que las medidas de emergencia en el contexto de la pandemia COVID-19 deben ser específicas, proporcionadas, transparentes y temporales, y que no creen barreras innecesarias para el comercio o la interrupción de las cadenas mundiales de suministro de alimentos, y ser consistentes con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Reconocemos la importancia de la transparencia y valoramos el compromiso de los ministros de comercio e inversiones de notificar a la OMC cualquier medida relacionada con el comercio que se tome, incluidas las relacionadas con la agricultura y los alimentos esenciales. Reafirmamos nuestro acuerdo de no imponer restricciones a la exportación o impuestos extraordinarios sobre los alimentos y productos agrícolas comprados con fines humanitarios no comerciales por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras agencias humanitarias.

Hacemos hincapié en el trabajo del Sistema de Información del Mercado Agrícola del G20 (AMIS) y tomamos nota de la evaluación de AMIS de que en la actualidad los suministros mundiales de alimentos son adecuados y los mercados de alimentos se mantienen bien equilibrados. Como miembros, nos comprometemos y pedimos a otros miembros que continúen brindando información oportuna y confiable sobre los fundamentos del mercado mundial de alimentos para ayudar a los mercados, países y consumidores a tomar decisiones informadas. En su caso, coordinaremos las respuestas políticas, con el apoyo del Grupo de Información del Mercado Mundial de Alimentos de AMIS y el Foro de Respuesta Rápida de AMIS. Solicitamos apoyo continuo para AMIS, incluso a través de contribuciones financieras voluntarias.

Trabajaremos juntos para ayudar a garantizar que haya alimentos adecuados, suficientes, seguros y nutritivos, que estén disponibles y accesibles de manera oportuna, segura y organizada, de acuerdo con requisitos nacionales, para todas las personas, incluidas las personas más pobres, más vulnerables y desplazadas. Reconociendo el papel crítico del sector privado en los sistemas alimentarios, pedimos una mayor cooperación entre los sectores público y privado para ayudar a movilizar respuestas rápidas e innovadoras a los impactos de esta pandemia en los sectores agrícola y alimentario.

En las desafiantes circunstancias actuales, enfatizamos la importancia de evitar las pérdidas y el desperdicio de alimentos causados ​​por interrupciones en las cadenas de suministros, lo que podría exacerbar la inseguridad alimentaria, los riesgos nutricionales y las pérdidas económicas. Hacemos hincapié en la necesidad de fortalecer la sostenibilidad y la resiliencia de los sistemas alimentarios a nivel mundial, incluidas las crisis futuras causadas por brotes de enfermedades y plagas, y los desafíos mundiales que impulsan estas crisis. En línea con el enfoque One Health, pedimos mecanismos fortalecidos para el monitoreo, alerta temprana, preparación, prevención, detección, respuesta y control de enfermedades zoonóticas, y el desarrollo de pautas internacionales basadas en la ciencia sobre las medidas de seguridad e higiene más estrictas para el control de la zoonosis.

Agradecemos profundamente a los agricultores y trabajadores, y a las pequeñas, medianas y grandes empresas agroalimentarias por sus continuos esfuerzos para garantizar el suministro de alimentos. Intensificaremos nuestros esfuerzos, de conformidad con las normas de la OMC y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para apoyarlos en el mantenimiento de sus actividades y medios de vida durante la crisis así como ayudarlos a recuperarse después. Nuestros esfuerzos ayudarán a las comunidades rurales, especialmente a los pequeños agricultores y las granjas familiares, a ser más prósperos económicamente, resilientes y sostenibles, y a mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, prestando especial atención a las necesidades de los países en desarrollo y de bajos ingresos.

Continuaremos nuestra cooperación con las organizaciones internacionales relevantes y dentro de sus mandatos trabajaremos para: reforzar la cooperación internacional; identificar acciones adicionales para aliviar los impactos de COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición; compartir las mejores prácticas y las lecciones aprendidas, como abordar las barreras a las cadenas de suministro; promover evidencia e información basada en la ciencia y combatir la desinformación; proporcionar capacitación y asistencia técnica; y promover la investigación, inversiones responsables, innovaciones y reformas que mejoraren la sostenibilidad y la capacidad de recuperación de los sistemas agrícolas y alimentarios. Este trabajo podría basarse en la respuesta en evolución de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) al COVID-19, los esfuerzos en evolución del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) para apoyar una fuerte recuperación de los efectos del COVID-19, el monitoreo y análisis de políticas por parte de OCDE y otras iniciativas relevantes, como la preparación para la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas de 2021.

Continuaremos nuestra estrecha cooperación y, según sea necesario, actualizaremos nuestra respuesta a la pandemia de COVID-19 y la ampliación de la agenda del G20 referida a la agricultura y la alimentación. Estamos listos para volver a convocarnos según sea necesario. Fuente: sitio web oficial de la presidencia saudita del G20
http://www.g20.utoronto.ca/2020/2020-g20-agriculture-0421.html Traducción AF

miércoles, 6 de mayo de 2020




Declaración sobre COVID-19 de la reunión virtual de ministros de Trabajo y Empleo de los países del G20.
Riad, Arabia Saudita, 23 de abril de 2020

El brote y la propagación del coronavirus (COVID-19) es un desafío global sin precedentes que requiere una respuesta coordinada ese nivel. En la Cumbre extraordinaria de líderes del G20 celebrada el 26 de marzo de 2020, en un espíritu de solidaridad, nuestros líderes se comprometieron a hacer lo que sea necesario para superar esta pandemia, y decidieron no escatimar esfuerzos, tanto individuales como colectivos, para abordar los impactos engendrados relacionadamente en los planos sanitario, social y económico, y salvaguardar los trabajos y los ingresos de las personas. De acuerdo con el compromiso y la determinación de nuestros líderes, nosotros, los ministros de Trabajo y Empleo del G20, continuaremos trabajando juntos y en coordinación con otros ministros del G20 para desarrollar e implementar medidas integrales y efectivas con el fin de mitigar el impacto de COVID-19 en las sociedades y los mercados laborales de los países y en el mundo. Combatir y superar la pandemia es nuestra máxima prioridad.

Como parte de las respuestas al brote de coronavirus, los trabajadores y sus familias en todo el mundo se enfrentan a la necesidad de hospitalización, guardar cuarentena, medidas de distanciamiento físico, restricciones de viaje y movilidad. Además, debido tanto a las medidas de salud imperativas tomadas como a las repercusiones de la pandemia en la actividad económica, los trabajadores enfrentan riesgos elevados de pérdida de empleos, reducción de horas de trabajo, relaciones laborales suspendidas y pérdida de ingresos. Haremos todo lo posible para proteger a nuestros trabajadores, especialmente a aquellos que se consideran vulnerables y no están cubiertos por una protección social adecuada. Haremos todo lo posible para evitar que estén aún más desprotegidos. Como tal, no podemos permitir que COVID-19 amplíe las desigualdades, incluidas las desigualdades de género en el mercado laboral, y erosione los progresos realizados hasta este momento.

Continuaremos, con una cooperación global a pleno, adoptando un enfoque centrado en el ser humano para promover el empleo, reforzar la protección social, estabilizar las relaciones laborales y promover los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo en medio de las medidas de prevención y control de la pandemia, con las acciones en curso tomadas de acuerdo con nuestras circunstancias nacionales. Se debe dar prioridad al empleo en el desarrollo de paquetes de políticas macroeconómicas, y es importante la coordinación entre el empleo y la adopción de otras medidas políticas. Además de proteger los empleos y los ingresos, nos aseguraremos de que nuestros sistemas de protección social sean lo suficientemente sólidos y adaptables para proporcionar un apoyo adecuado a todos los trabajadores que lo necesiten, independientemente de su situación laboral, edad o género. También continuaremos garantizando la provisión de medidas adecuadas en materia de seguridad y salud ocupacional para proteger, en particular, a los trabajadores de la salud y aquellos de otros servicios esenciales que estén más expuestos a los riesgos que supone el  COVID-19, y continuaremos promoviendo el trabajo decente, incluso en las cadenas de suministro globales.

Nuestros países continuarán explorando formas de apoyar a las empresas y empleadores, especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), para poder mantener el empleo y apoyar a los trabajadores afectados durante este difícil período. Las medidas se desarrollarán de acuerdo con las circunstancias nacionales y pueden incluir transferencias de efectivo, créditos fiscales, subvenciones, préstamos y subsidios salariales. Ya estamos viendo estas medidas introducidas en muchos miembros del G20 y en todo el mundo. Además, brindaremos orientación y apoyo a los empleadores para permitirles tomar medidas efectivas para minimizar el impacto de COVID-19 en sus operaciones, recursos, cadenas de suministro y especialmente en sus fuerzas laborales.

Trabajaremos con las partes interesadas decisivas para maximizar el impacto de nuestros esfuerzos. Trabajaremos con otras vías del G20 para asegurar que las acciones a nivel nacional e internacional estimulen la economía e impulsen la creación y retención de empleos. Reconocemos la importancia del diálogo social y el trabajo en cooperación con los interlocutores sociales en las respuestas apropiadas a la pandemia. La experiencia nos muestra que, en tiempos de crisis, el diálogo social con las organizaciones de trabajadores y empleadores da como resultado soluciones duraderas y receptivas. Los miembros del G20 ya están encontrando formas innovadoras de entablar un diálogo a pesar del aislamiento social que debemos soportar.

Reconocemos y apreciamos la contribución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Grupo del Banco Mundial (GBM), y continuaremos buscando su asesoramiento, según corresponda, para resolver crisis en lo inmediato y para planificar la recuperación en el mediano y largo plazo. En línea con la Declaración de los líderes del G20 y el Plan de acción del G20, solicitamos a la OIT y a la OCDE que supervisen e informen sobre el impacto de COVID-19 en el empleo y la efectividad de las medidas que se están tomando en todo el mundo para mitigar sus efectos.

Trabajaremos sin descanso para compartir, diseñar e implementar medidas efectivas para reducir y negar el impacto de COVID-19 en nuestros mercados laborales, sociedades y economías más amplias, siempre recordando que nuestra responsabilidad principal es salvaguardar la salud y el bienestar de nuestros trabajadores y sus familias.

Estamos listos para reunirnos nuevamente según sea necesario para monitorear el progreso y considerar acciones y compromisos adicionales con el fin de ayudar a la recuperación de nuestros mercados laborales y mantener el progreso a favor de los objetivos comunes del G20. Fuente: Sitio oficial de la presidencia saudita del G20.  Traducción Dolores Ford.