lunes, 20 de abril de 2020



El G20: un enigma de poder

El trabajo refiere a los mecanismos por medio de los cuales las recomendaciones de los líderes del G20, contenidas en las declaraciones finales de las cumbres, se transformen en políticas de gobierno a nivel nacional y global. El interés del tema radica en que el G20, teniendo un ascendiente innegable en la gobernanza global, carece de los atributos convencionales que distinguen a una instancia de poder. Se detectan preliminarmente algunos medios de transmisión de esos flujos de poder, y se dan ejemplos de cómo funcionan.

Uno de los aspectos más llamativos del G20 es la forma en que los compromisos y las recomendaciones de sus líderes se transforman en actos de gobierno a nivel global y nacional. Es cierto que quienes se dan cita en sus cumbres presiden países que aportan 85% del PBI mundial; pero también lo es el hecho de que el G20 carece de los atributos tradicionales de poder de una organización internacional. Y si no veamos: no se apoya en una estructura burocrática; sus autoridades y sedes van rotando anualmente; no tiene programas ni presupuesto establecido (el anfitrión paga todos los gastos de funcionamiento); la agenda es variable según las circunstancias; su andar es transparente (por su composición, el secreto está obviamente excluido, y el producto de sus deliberaciones se publica de inmediato); no toma decisiones y sus recomendaciones/compromisos (alcanzados por consenso ya que sus instancias organizativas no contemplan el voto) tampoco son vinculantes, es decir, de aplicación obligatoria. Aunque hayan sido sus constituyentes, y de ahí su denominación, los 19 países más la UE no son representados por el G20. En su funcionamiento, los presidentes actúan a título personal y no en carácter de mandatarios de esos países (la sutileza es una de las claves para entender esta rara avis). Por ello las declaraciones de las cumbres comienzan con la frase “Nosotros, los líderes del G20…” ¿Cómo puede ser entonces que, en medio de ese universo de características tan a contramano de lo establecido, el G20, en pocos años, se haya ubicado indiscutiblemente en la cúspide de la gobernanza global?[i]

La explicación no está exenta de cierta simplicidad prosaica. Por las razones de un escalafón informal de poder, el G20 ha subsumido a todas las organizaciones internacionales que necesita para su accionar, lo que no podría ser de otra manera dado que todas esas organizaciones subsisten con los aportes de los países, principalmente los más ricos, que forman parte del G20.

Para dar una idea de la importancia que adquieren estos organismos como asistentes del G20, en 2012, en la cumbre celebrada en Los Cabos (México), hubo un agradecimiento conjunto a la ONU, el FMI, el GBM, la OMC, FSB, OIT, FAO y la OCDE por su participación en el proceso G20, haciendo notar que “sus informes y recomendaciones han hecho valiosas aportaciones a los debates del G20, en áreas que van desde desarrollo sustentable hasta regulación financiera[ii]

Cómo funciona
El G20 carece de una agenda fija. En las primeras cumbres, celebradas al fragor del combate contra la crisis del 2008, los temas económicos y financieros ocuparon la casi totalidad de las deliberaciones. No podía ser de otra manera. Empero, con los años, las proporciones de la agenda se fueron modificando sustancialmente al ser incorporadas a su composición temas de características más sociales, ambientales, etc. Si en la Cumbre de Washington en 2008, el 88% de los compromisos adoptados se referían a temas económicos y financieros, en la cumbre de Osaka, en 2019, esos mismos temas ocuparon solo el 20% del total.

Los cambios en las correlaciones no significan una pérdida de importancia de los asuntos económicos y financieros. Lo que varían son las prioridades. Los temas urgentes en el 2008, en medio de la crisis, que ocupaban el grueso de las preocupaciones de líderes devenidos en bomberos, fueron resueltos, tomados por otros organismos o se internaron en las zonas grises de la autoorganización.

La forma en que el G20 despliega su influencia constituye su principal activo organizacional. Quienes lo concibieron sabían perfectamente que la propuesta de informalidad rompía con los cánones establecidos lo que inevitablemente iba a generar voces disonantes. Un documento del entonces primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, elaborado por pedido del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, para ser presentado en la Cumbre de Cannes de 2011, lo evidencia:

“Algunos han sugerido que un grupo informal como el G20 solo puede ser creíble si se convierte en una institución formal, con derechos y obligaciones establecidas para sus miembros. Se ha argumentado que el sistema global carece de un nivel más legítimo y general de gobernanza económica, y algunos proponen que el grupo de líderes del G20 debería convertirse en un nivel formal de gobernanza asentado sobre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial… pero la razón por la cual los líderes de las principales economías del mundo recurrieron a un enfoque informal en la crisis no fue la falta de mecanismos más formales. Más bien, ese enfoque les permitió llegar a un consenso de manera rápida, flexible y efectiva, trabajando dentro del sistema de gobernanza internacional en lugar de tener que reconstruirlo… este ha sido el mayor activo del G20… también hay un espectro de opciones para aumentar la capacidad del G20, que culminaría en una Secretaría permanente con una función de política… pero para no poner en peligro su carácter informal, el G20 debería evitar transferir su dirección y desarrollo de políticas de las manos de sus miembros.” [iii]

Las declaraciones finales que se difunden enseguida de finalizar las cumbres, contienen observaciones, (re)afirmaciones, constataciones, reiteraciones, compromisos, solicitudes, apoyos, alertas, admoniciones, previsiones, reconocimientos, ambiciones, etc., todo lo cual está en el plano de lo discursivo y permanece en la órbita del G20. Lo que no deja de tener cierto carácter enigmático, es el camino que siguen esos flujos discursivos hasta transformarse en actos concretos de gobierno. El trabajo se propone comenzar a dar una respuesta sobre cuáles son esos “medios” que dan lugar a una nueva forma de ejercer el poder desde un supra espacio de consenso. En las declaraciones finales de las cumbres del G20, se puede ver que esos medios son numerosos. Algunos preexistentes, y otros que parecen ser creados ad-hoc, pero siempre girando en la órbita del G20 por la forma “subalternizada” en que son integrados/requeridos/demandados.

Los medios de transmisión
En una apretada síntesis se pueden identificar los siguientes medios (“engranajes” o “poleas de transmisión”).

1.      Programas de las Naciones Unidas.
2.      Organismos multilaterales y sus programas
3.      Reuniones ministeriales y canales diplomáticos.
4.      Fundaciones y personalidades. Grupos informales convocados ad hoc
5.      Organismos regionales
6.       Grupos de Afinidad y otras instancias del G20

1. El G20 y la ONU
La colaboración entre el G20 y la ONU es multifacética. Efectivamente, temas tan variopintos como la salud, la vida de las empresas, los derechos humanos, la atención de las hambrunas sobre todo en África, la corrupción, las migraciones, entre otros, se remiten a programas de las Naciones Unidas que los ejecutan de acuerdo a sus modalidades de funcionamiento. En lo referido al cambio climático el G20 también descansa en la ONU. Desde la formulación, en 1992, el CMNUCC[iv], que sustenta el colectivo formado por todos los países del mundo que abordan la cuestión climática, ha mantenido una atención sostenida sobre la problemática. El G20 adhiere al Acuerdo de París[v] y mantiene en su seno una discordia explicita pero diplomática con la posición de EEUU que ha denunciado dicho instrumento por considerarlo contrario a sus intereses. Donde la afinidad es mayor, habida cuenta de que desde su formulación el tema ha aparecido en todas las declaraciones finales de las cumbres del G20, es en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[vi] formulados el 25 de septiembre de 2015 por la Asamblea General de la ONU.

2. Los organismos multilaterales y sus programas
Son los puntos de apoyo más sólidos que tiene el G20. Colaboran todas las organizaciones que componen el sistema de la ONU hasta otras más específicas y menos conocidas como, por ejemplo, el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB)[vii], que es un organismo internacional creado tras la Cumbre del G20 en Londres, en abril de 2009, para salvaguardar la eficacia y estabilidad del sistema financiero internacional. De las múltiples acciones delegadas, se pueden mencionar tres: la transparencia y la corrupción, la infraestructura de conectividad y la problemática de género.

Transparencia en los procedimientos
Con múltiples derivaciones, el tema de la transparencia está presente, tomado desde diversos ángulos, en los distintos programas en curso. La transparencia en vinculación con la corrupción y el manejo internacional de activos tuvo su expresión más resonante en los Panamá Papers con implicancias en decenas de países de todo el mundo. La cuestión de los depósitos off shore fue preocupación de los líderes desde las primeras cumbres, sobre todo apuntando a los “paraísos fiscales” y las jurisdicciones no cooperativas. En 2009, en Londres, sorpresivamente resonó una declaración auspiciosa (o preocupante según para quien): “La era del secreto bancaria ha terminado” dijo Gordon Brown, el anfitrión de la Cumbre[viii].

En el caso de los impuestos de las empresas globales, hay un programa de la OECD denominado “erosión de la base imponible y traslado de los beneficios” (BEPS) tendiente a neutralizar cualquier artimaña evasiva: para tributar, es costumbre de las empresas elegir las jurisdicciones según su permisividad. En el caso de las cadenas globales de valor (GVC), se han propuesto diseñar una fórmula para que cada país reciba de lo recaudado la parte que le corresponde según su aporte a esas cadenas. El G20 se da tiempo hasta el 2030, dada la complejidad del cometido, con el fin de formular las herramientas y los algoritmos necesarios para una tributación equitativa de millones de posiciones arancelarias.

Redibujando el mapa mundial
El tema de la infraestructura de conectividad, virtual y material, aparece en 2011 en la cumbre de Cannes[ix]. Nunca dejo de figurar en las declaraciones finales de los líderes. La conectividad es uno de los principales problemas de la globalización; las necesidades de comunicación en todo el mundo están cambiando, sobre todo por el comercio. Las políticas buscan la construcción mundial de una infraestructura en red para superar la herencia de configuraciones radio-céntricas producto de las expansiones colonial e imperialista en el pasado. El programa más importante de la actualidad es el denominado Nueva Ruta de la Seda gerenciado por la República Popular China.

Igualdad de oportunidades
La equidad de género ha estado presente en su agenda desde el momento en que el G20 fue reacomodando su sesgo inicial a medida que se fue desprendiendo de las urgencias derivadas de la crisis financiera de 2008 para ir incorporando la problemática social. En la Cumbre de Brisbane se formuló el conocido como “objetivo 25/25”.

“Estamos de acuerdo con el objetivo de reducir la brecha en las tasas de participación entre hombres y mujeres en nuestros países en un 25 por ciento para el año 2025, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales, para incorporar a más de 100 millones de mujeres en la fuerza de trabajo, aumentar de forma significativa el crecimiento global y reducir la pobreza y la desigualdad” [x]

Hacia las empresarias están enfocadas distintos herramientas, por ejemplo la “Iniciativa de financiamiento para mujeres emprendedoras” [xi] (We-Fi por sus siglas en inglés) en el ámbito del Banco Mundial. De los 50 países que tienen previstas actividades del We-Fi, en 29 de ellos ya hay proyectos en marcha. Los países de bajos recursos tienen destinados el 63 % de los 249 millones de dólares de que dispone el programa. Una iniciativo surgida en la Cumbre de Antalya que tuvo aportes adicionales en la Cumbre de Buenos Aires, es el de las mujeres rurales. En la deliberaciones del G20 en nuestro país se notó una fuerte impronta de las cuestiones género y sociales en general. Hay diversas iniciativas como #eSkills4Girls[xii] para mujeres y niñas en la economía digital y la educación de las niñas en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) [xiii], un plan de estudios basado en la idea de educar a los estudiantes en las cuatro disciplinas específicas en un enfoque transdisciplinario y aplicado.

3. Reuniones ministeriales y canales diplomáticos
En el entorno de las cumbres son de presencia inevitable las reuniones de ministros de distintas áreas. Hay temas de la agenda del G20 que ameritan un tratamiento específico y dan lugar al encuentro de funcionarios especializados. La relación de las reuniones de ministros con las cumbres es de ida y vuelta. Las cumbres aprovechan la experiencia de los funcionarios para elaborar las recomendaciones que formarán parte de sus declaraciones finales. A su vez, las recomendaciones de los líderes son tomadas por los ministros para elaborar –por distintos mecanismos, incluso legislativos- políticas de aplicación nacional. Siguiendo el procedimiento, estas experiencias nacionales luego se retroalimentarán enriqueciendo las posteriores reuniones de ministros. De esta manera, por aproximaciones sucesivas, y en una relación de causalidad circular, se van plasmando los consensos que conforman la gobernabilidad global. Las cancillerías siguen las actividades del G20 durante su desarrollo en las distintas sedes; en particular, se destacan los denominados “sherpas” (la autoridad designada por cada país para llegar a la cumbre), que son la mano derecha de los sucesivos presidentes.

4. Fundaciones y personalidades
En los documentos del G20 se pueden encontrar citas a organizaciones y personalidades de diversa procedencia. Pueden haber sido convocadas con un fin específico para tratar algún tema de agenda que en ese momento sea de interés para el funcionamiento del Grupo. En la declaración Osaka se denominan “Grupo de Personas Eminentes” (EPG). El EPG fue convocado para “recomendar reformas a la arquitectura financiera mundial y la gobernanza del sistema de instituciones financieras internacionales”[xiv]

5. Organismos regionales
El G20 tiene una especial atención sobre el desarrollo de África. El faro que guía las acciones y las expectativas es la llamada “Agenda 2063, el África que deseamos”[xv], comandada por la Unión Africana.

6. Grupos de Afinidad.
Los grupos de afinidad (engagement groups) están constituidos por funcionarios oficiales, representantes de la sociedad civil de los países miembros del G20 así como de los organismos internacionales. Los 8 grupos de afinidad son temáticos: Labour20[xvi] (L20, trabajo y empleo), Women20[xvii] (W20, mujer), Youth20 (Y20, jóvenes), Business20[xviii] (B20, negocios y empresas), Urban20[xix] (U20, ciudades), Think20[xx] (T20, pensamiento), Civil20[xxi] (C20, sociedad civil), Sciences20[xxii] (S20, ciencia y tecnología). Su actividad en cada sede tiene mucha importancia en la elaboración de contenidos y en el acercamiento del G20 a los actores locales.

Control al Grupo de los Veinte

La performance del Grupo de los Veinte viene siendo controlada celosamente en ámbitos académicos de distintos países. En la Universidad de Toronto, donde está situada la base de datos del G20, se ha elaborado un material referido a la performance 2008-2019[xxiii]. De él se extraen algunos de los datos presentados. En la tabla siguiente se computa el cumplimiento de los compromisos transformados en acciones en distintas instancias de la gobernabilidad global como consecuencia de las recomendaciones contenidas en las declaraciones finales del G20 entre 2008 y 2019.
G20 Summit Performance, 2008–2019
G20 Research Group



compromisos
delegaciones
recomendaciones
Cumplimiento %
2008 Washington
95
75
2009 Londres
129
57
2009 Pittsburgh
128
67
2010 Toronto
61
68
2010 Seúl
153
67
2011 Cannes
282
74
2012 Los Cabos
180
77
2013 San Petersburgo
281
69
2014 Brisbane
205
70
2015 Antalya
198
71
2016 Hangzhou
213
71
2017 Hamburgo
529
76
2018 Buenos Aires
128
79
2019 Osaka
143
-
2020 Riad


2021 Italia


2022 India


TOTAL
2725
N/A
Promedio
195
71

Notes: N/A = not applicable. Only documents issued at a summit in the leaders' name are included.
Decision making: number of commitments as identified by the G20 Research Group.[xxiv]



Dolores y Alberto Ford
macroscopioglobal@gmail.com
22 de abril de 2020



[i] En medio de la pandemia del COVID-19 se registraron diversas acciones que aumentan el protagonismo del habitual “low level” del G20. De inmediato se realizó una cumbre virtual dirigida por Arabia Saudita, actual anfitrión, que emitió un comunicado para posicionarse frente de la crisis. Un acuerdo sobre el precio del petróleo se alcanzó en una reunión virtual de los ministros de energía de los países integrantes. Un grupo de expresidentes del mundo, dirigieron una carta al G20, redactado por el ex primer ministro inglés Brown, con un conjunto de solicitudes referidas a la pandemia. También Bill Gates se dirigió al G20 en un tono similar.
[xiii] https://www.stem.org
[xxiii] Kirton John, G20 summits worth the effort? G20 Research Group at the University of Toronto. Co-director
https://www.g20.org/Content/EN/StatischeSeiten/G20/Texte/2017-06-20-kirton-john-g20-gipfel-en.html