miércoles, 27 de enero de 2021

 21 01 25 Xi Jinping en Davos

 

http://www.xinhuanet.com/english/2021-01/25/c_139696610.htm

 

Dejemos que la antorcha del multilateralismo ilumine el camino hacia el futuro de la humanidad

 

Discurso especial de S.E. Xi Jinping

Presidente de la República Popular China

 

En el evento virtual del Foro Económico Mundial de la Agenda de Davos

25 de enero de 2021

 

 

Profesor Klaus Schwab,

Damas y caballeros,

Amigos,

 

El año pasado estuvo marcado por el repentino ataque de la pandemia COVID-19. La salud pública mundial se enfrentaba a una grave amenaza y la economía mundial estaba sumida en una profunda recesión. La humanidad enfrentó múltiples crisis que rara vez se han visto en la historia de la humanidad.

 

El año pasado también fue testigo de la enorme determinación y coraje de las personas de todo el mundo para combatir el mortal coronavirus. Guiado por la ciencia, la razón y un espíritu humanitario, el mundo ha logrado un progreso inicial en la lucha contra el COVID-19. Dicho esto, la pandemia está lejos de terminar. El reciente resurgimiento de casos de COVID nos recuerda que debemos continuar la lucha. Sin embargo, seguimos convencidos de que el invierno no puede detener la llegada de la primavera y la oscuridad nunca puede cubrir la luz del amanecer. No hay duda de que la humanidad prevalecerá sobre el virus y saldrá aún más fuerte de este desastre.

 

Damas y caballeros,

 

Amigos,

 

La historia avanza y el mundo no volverá a ser como era en el pasado. Cada elección y cada movimiento que hagamos hoy moldearán el mundo del futuro. Es importante que abordemos adecuadamente las cuatro tareas principales a las que se enfrenta la gente de nuestro tiempo.

 

El primero es intensificar la coordinación de las políticas macroeconómicas y promover conjuntamente un crecimiento sólido, sostenible, equilibrado e integrador de la economía mundial. Estamos atravesando la peor recesión desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por primera vez en la historia, las economías de todas las regiones se han visto muy afectadas al mismo tiempo, con las cadenas globales, industriales y de suministro, obstruidas, y el comercio y la inversión estancados. A pesar de los billones de dólares en paquetes de ayuda en todo el mundo, la recuperación mundial es bastante inestable y las perspectivas siguen siendo inciertas. Necesitamos enfocarnos en las prioridades actuales y equilibrar la respuesta al COVID y el desarrollo económico. Debería intensificarse el apoyo a la política macroeconómica para sacar a la economía mundial del apuro lo antes posible. Más importante aún, debemos mirar más allá del horizonte y fortalecer nuestra voluntad y determinación para el cambio. Necesitamos cambiar las fuerzas impulsoras y los modelos de crecimiento de la economía mundial y mejorar su estructura, a fin de establecer el rumbo para un desarrollo a largo plazo, sólido y constante de la economía mundial.

 

El segundo es abandonar los prejuicios ideológicos y seguir juntos un camino de convivencia pacífica, beneficio mutuo y cooperación donde todos ganen. No hay dos hojas en el mundo que sean idénticas, y ninguna historia, cultura o sistema social es igual. Cada país es único con su propia historia, cultura y sistema social, y ninguno es superior al otro. Los mejores criterios son si la historia, la cultura y el sistema social de un país se ajustan a su situación particular, cuentan con el apoyo de la población, sirven para generar estabilidad política, progreso social y una vida mejor, y contribuyen al progreso humano. Las diferentes historias, culturas y sistemas sociales son tan antiguos como las sociedades humanas, y son las características inherentes de la civilización humana. No habrá civilización humana sin diversidad, y esa diversidad seguirá existiendo durante el tiempo que podamos imaginar. La diferencia en sí misma no es motivo de alarma. Lo que hace sonar la alarma es la arrogancia, el prejuicio y el odio; es el intento de imponer una jerarquía a la civilización humana o imponer la propia historia, cultura y sistema social a los demás. La elección correcta es que los países busquen una coexistencia pacífica basada en el respeto mutuo y en la expansión de los puntos en común mientras dejan de lado las diferencias y promueven los intercambios y el aprendizaje mutuo. Ésta es la forma de impulsar el progreso de la civilización humana.

 

El tercero es cerrar la brecha entre los países desarrollados y los países en desarrollo y lograr conjuntamente el crecimiento y la prosperidad para todos. En la actualidad, la desigualdad sigue creciendo, la brecha Norte-Sur aún no se ha cerrado y el desarrollo sostenible se enfrenta a graves desafíos. A medida que los países se enfrentan a la pandemia, su recuperación económica sigue trayectorias divergentes, y la brecha Norte-Sur corre el riesgo de ampliarse e incluso perpetuarse. Los países en desarrollo están aspirando a más recursos y espacio para el desarrollo, y están pidiendo una representación y una voz más sólidas en la gobernanza económica mundial. Debemos reconocer que con el crecimiento de los países en desarrollo, la prosperidad y la estabilidad mundiales se asentarán sobre una base más sólida, y los países desarrollados se beneficiarán de ese crecimiento. La comunidad internacional debe mantener sus ojos en el largo plazo, honrar su compromiso y brindar el apoyo necesario a los países en desarrollo y salvaguardar sus legítimos intereses en el desarrollo. Se deben fortalecer la igualdad de derechos, la igualdad de oportunidades y la igualdad de normas, de modo que todos los países se beneficien de las oportunidades y los frutos del desarrollo.

 

El cuarto es unirnos contra los desafíos globales y crear juntos un futuro mejor para la humanidad. En la era de la globalización económica, las emergencias de salud pública como COVID-19 pueden muy bien repetirse, y es necesario mejorar la gobernanza de la salud pública mundial. La Tierra es nuestro único hogar. Ampliar los esfuerzos para abordar el cambio climático y promover el desarrollo sostenible incidirá en el futuro de la humanidad. Ningún país puede resolver un problema mundial por sí solo. Debe haber una acción global, una respuesta global y una cooperación global.

 

Damas y caballeros,

 

Amigos,

 

Los problemas que enfrenta el mundo son intrincados y complejos. La manera de salir de ellos es defender el multilateralismo y construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.

 

Primero, debemos mantenernos comprometidos con la apertura y la inclusión en lugar del ostracismo y la exclusión. El multilateralismo consiste en que los asuntos internacionales se aborden mediante consultas y que todos trabajen juntos para decidir el futuro del mundo. Construir pequeños círculos o iniciar una nueva Guerra Fría, rechazar, amenazar o intimidar a otros, imponer deliberadamente el desacoplamiento, interrumpir el suministro o sancionar, y crear aislamiento o distanciamiento, solo empujará al mundo a la división e incluso al enfrentamiento. No podemos abordar los desafíos comunes en un mundo dividido, y la confrontación nos llevará a un callejón sin salida. La humanidad ha aprendido lecciones por las malas y esa historia es reciente. No debemos volver al camino del pasado.

El enfoque correcto es actuar según la visión de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad. Debemos defender los valores comunes de la humanidad, es decir, paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad, superar los prejuicios ideológicos, hacer que los mecanismos, principios y políticas de nuestra cooperación sean lo más abiertos e inclusivos posible, y salvaguardar conjuntamente la paz mundial y estabilidad. Debemos construir una economía mundial abierta, defender el régimen comercial multilateral, descartar las normas, reglas y sistemas discriminatorios y excluyentes y eliminar las barreras al comercio, la inversión y los intercambios tecnológicos. Debemos fortalecer al G20 como el foro principal para la gobernanza económica mundial, participar en una coordinación más estrecha de las políticas macroeconómicas y mantener las cadenas globales, industriales y de suministro, estables y abiertas. Debemos garantizar el buen funcionamiento del sistema financiero mundial, promover la reforma estructural y expandir la demanda agregada mundial en un esfuerzo por luchar por una mayor calidad y una mayor resiliencia en el desarrollo económico mundial.

 

En segundo lugar, debemos mantenernos comprometidos con el derecho internacional y las normas internacionales en lugar de buscar la propia supremacía. Los antiguos chinos creían que "la ley es la base misma del gobierno". La gobernanza internacional debe basarse en las reglas y consensos alcanzados entre nosotros, no en el orden dado por uno o unos pocos. La Carta de las Naciones Unidas es la norma básica y universalmente reconocida que rige las relaciones entre estados. Sin el derecho internacional y las reglas internacionales formadas y reconocidas por la comunidad global, el mundo puede volver a la ley de la jungla, y las consecuencias serían devastadoras para la humanidad.

 

Necesitamos ser firmes en la defensa del estado de derecho internacional, y firmes en nuestra determinación de salvaguardar el sistema internacional centrado en la ONU y el orden internacional basado en el derecho internacional. Las instituciones multilaterales, que brindan las plataformas para poner el multilateralismo en acción y que son la arquitectura básica que sustenta el multilateralismo, deben tener su autoridad y eficacia salvaguardadas. Las relaciones de estado a estado deben coordinarse y regularse mediante instituciones y reglas adecuadas. El fuerte no debe intimidar al débil. La decisión no debe tomarse simplemente mostrando músculos fuertes o agitando el puño. El multilateralismo no debe utilizarse como pretexto para actos de unilateralismo. Los principios deben ser preservados y las reglas, una vez establecidas, deben ser seguidas por todos. El “multilateralismo selectivo” no debería ser nuestra opción.

 

En tercer lugar, debemos mantenernos comprometidos con la consulta y la cooperación en lugar del conflicto y la confrontación. Las diferencias en la historia, la cultura y el sistema social no deben ser una excusa para el antagonismo o la confrontación, sino más bien un incentivo para la cooperación. Debemos respetar y dar cabida a las diferencias, evitar entrometernos en los asuntos internos de otros países y resolver los desacuerdos mediante consultas y diálogo. La historia y la realidad han dejado claro, una y otra vez, que el enfoque equivocado del antagonismo y la confrontación, ya sea en forma de guerra fría, guerra caliente, guerra comercial o guerra tecnológica, eventualmente dañaría los intereses de todos los países y socavaría el bienestar colectivo.

 

Debemos rechazar la mentalidad anticuada de la Guerra Fría y el juego de suma cero, adherirnos al respeto mutuo y la convivencia, y mejorar la confianza política mediante la comunicación estratégica. Es importante que nos apeguemos al concepto de cooperación basado en el beneficio mutuo, digamos no a las políticas egoístas y estrechas de empobrecimiento del vecino, y detengamos la práctica unilateral de mantener las ventajas en el desarrollo para uno solo. Se debe garantizar la igualdad de derechos al desarrollo para todos los países para promover el desarrollo y la prosperidad comunes. Debemos abogar por una competencia justa, como competir entre nosotros por la excelencia en un campo de carreras, no pelearnos entre nosotros en un campo de lucha libre.

 

Cuarto, debemos mantenernos comprometidos a mantenernos actualizados en lugar de rechazar el cambio. El mundo está experimentando cambios que no se habían visto en un siglo, y ahora es el momento de un gran desarrollo y una gran transformación. Para defender el multilateralismo en el siglo XXI, debemos promover su fina tradición, asumir nuevas perspectivas y mirar hacia el futuro. Debemos defender los valores fundamentales y los principios básicos del multilateralismo. También debemos adaptarnos al cambiante panorama internacional y responder a los desafíos globales a medida que surgen. Necesitamos reformar y mejorar el sistema de gobernanza mundial sobre la base de amplias consultas y la creación de consenso.

 

Debemos aprovechar plenamente el papel de la Organización Mundial de la Salud en la construcción de una comunidad mundial de salud para todos. Necesitamos impulsar la reforma de la Organización Mundial del Comercio y del sistema financiero y monetario internacional de manera que impulse el crecimiento económico mundial y proteja los derechos, los intereses y las oportunidades de los países en desarrollo. Necesitamos seguir una orientación política centrada en las personas y basada en hechos, al explorar y formular reglas sobre la gobernanza digital global. Necesitamos cumplir con el Acuerdo de París sobre el cambio climático y promover el desarrollo verde. Necesitamos dar una prioridad continua al desarrollo, implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y asegurarnos de que todos los países, especialmente los en desarrollo, compartan los frutos del desarrollo global.

 

Damas y caballeros,

 

Amigos,

 

Después de décadas de denodados esfuerzos por parte del pueblo chino, China está en camino de terminar de construir una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos. Hemos logrado avances históricos para poner fin a la pobreza extrema y nos hemos embarcado en un nuevo viaje hacia la construcción plena de un país socialista moderno. A medida que China entra en una nueva etapa de desarrollo, seguiremos una nueva filosofía de desarrollo y fomentaremos un nuevo paradigma de desarrollo con la circulación nacional como pilar y las circulaciones nacionales e internacionales reforzándose mutuamente. China trabajará con otros países para construir un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso que disfrute de una paz duradera, seguridad universal y prosperidad común.

 

- China seguirá participando activamente en la cooperación internacional sobre COVID-19. Contener el coronavirus es la tarea más urgente para la comunidad internacional. Esto se debe a que las personas y sus vidas siempre deben anteponerse a cualquier otra cosa. También es lo que se necesita para estabilizar y reactivar la economía. Más solidaridad y cooperación, más intercambio de información y una respuesta global más fuerte es lo que necesitamos para derrotar al COVID-19 en todo el mundo. Es especialmente importante ampliar la cooperación en I+D, la producción y distribución de vacunas y convertirlas en bienes públicos que sean verdaderamente accesibles y al alcance de las personas de todos los países. Hasta ahora, China ha brindado asistencia a más de 150 países y 13 organizaciones internacionales, envió 36 equipos de expertos médicos a países necesitados y se mantuvo firme y comprometido activamente en la cooperación internacional sobre las vacunas COVID. China continuará compartiendo su experiencia con otros países, hará todo lo posible para ayudar a los países y regiones que están menos preparados para la pandemia y trabajará por una mayor accesibilidad y asequibilidad de las vacunas COVID en los países en desarrollo. Esperamos que estos esfuerzos contribuyan a una victoria temprana y completa sobre el coronavirus en todo el mundo.

 

- China continuará implementando una estrategia de apertura en la que todos ganan. La globalización económica satisface la necesidad de una creciente productividad social y es un resultado natural del avance científico y tecnológico. A nadie le interesa utilizar la pandemia como excusa para revertir la globalización y optar por el aislamiento y el desacoplamiento. Como partidario de la globalización económica desde hace mucho tiempo, China está comprometida a seguir adelante con su política fundamental de apertura. China continuará promoviendo la liberalización y facilitación del comercio y la inversión, ayudará a mantener fluidas y estables las cadenas globales industriales y de suministro, y promoverá la cooperación de alta calidad de la Ruta de la Seda. China promoverá la apertura institucional que contemple reglas, regulaciones, gestión y estándares. Fomentaremos un entorno empresarial que se base en los principios del mercado, regido por la ley y conforme a los estándares internacionales, y liberaremos el potencial del enorme mercado chino y la enorme demanda interna. Esperamos que estos esfuerzos brinden más oportunidades de cooperación a otros países y den un mayor impulso a la recuperación y el crecimiento económicos mundiales.

 

- China seguirá promoviendo el desarrollo sostenible. China implementará plenamente la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Hará más en el frente ecológico, transformando y mejorando su estructura industrial y la combinación energética a un ritmo más rápido y promoviendo una forma de vida y producción verde y baja en carbono. He anunciado el objetivo de China de esforzarse para no sobrepasar un máximo de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 con vistas a alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060. Cumplir estos objetivos requerirá un gran trabajo de China. Sin embargo, creemos que cuando están en juego los intereses de toda la humanidad, China debe dar un paso adelante, actuar y hacer el trabajo. China está elaborando planes de acción y tomando medidas específicas para asegurarse de que cumpliremos los objetivos establecidos. Estamos haciendo esto como una acción concreta para defender el multilateralismo y como una contribución para proteger nuestro hogar compartido y lograr el desarrollo sostenible de la humanidad.

 

- China seguirá impulsando la ciencia, la tecnología y la innovación. La ciencia, la tecnología y la innovación son un motor clave para el progreso humano, un arma poderosa para hacer frente a muchos desafíos globales, y la única forma de que China fomente un nuevo paradigma de desarrollo y logre un desarrollo de alta calidad. China invertirá más en ciencia y tecnología, desarrollará un sistema propicio para la innovación como una prioridad, convertirá los avances en ciencia y tecnología en productividad real a un ritmo más rápido y mejorará la protección de la propiedad intelectual, todo con el propósito de fomentar una mayor innovación que impulse un crecimiento de la calidad. Los avances científicos y tecnológicos deberían beneficiar a toda la humanidad en lugar de utilizarse para frenar y contener el desarrollo de otros países. China pensará y actuará con mayor apertura con respecto al intercambio y la cooperación internacionales en ciencia y tecnología. Trabajaremos con otros países para crear un entorno abierto, justo, equitativo y no discriminatorio para el avance científico y tecnológico que sea beneficioso para todos y compartido por todos.

 

- China seguirá impulsando un nuevo tipo de relaciones internacionales. El juego de suma cero o el ganador se lo lleva todo no es la filosofía que guía al pueblo chino. Como seguidor acérrimo de una política exterior independiente de paz, China está trabajando arduamente para salvar las diferencias a través del diálogo y resolver disputas a través de la negociación, y para buscar relaciones amistosas y de cooperación con otros países sobre la base del respeto, la igualdad y el beneficio mutuo. Como miembro firme de los países en desarrollo, China profundizará aún más la cooperación Sur-Sur y contribuirá al esfuerzo de los países en desarrollo para erradicar la pobreza, aliviar la carga de la deuda y lograr un mayor crecimiento. China se involucrará más activamente en la gobernanza económica global y presionará por una globalización económica que sea más abierta, inclusiva, equilibrada y beneficiosa para todos.

 

Damas y caballeros,

 

Amigos,

 

Solo hay una Tierra y un futuro compartido para la humanidad. Mientras nos enfrentamos a la crisis actual y nos esforzamos por hacer un mejor día para todos, debemos estar unidos y trabajar juntos. Se nos ha mostrado una y otra vez que ningunear a tu prójimo, hacerlo sin él y caer en un arrogante aislamiento siempre fracasará. Unámonos todos y dejemos que el multilateralismo ilumine nuestro camino hacia una comunidad con un futuro compartido para la humanidad. Traducción AF

 

Gracias.

 

 

http://www.xinhuanet.com/english/2021-01/25/c_139696610.htm

 

Let the Torch of Multilateralism Light up Humanity’s Way Forward

 

Special Address by H.E. Xi Jinping

President of the People’s Republic of China

At the World Economic Forum Virtual Event of the Davos Agenda

25 January 2021

 

Professor Klaus Schwab,

Ladies and Gentlemen,

Friends,

The past year was marked by the sudden onslaught of the COVID-19 pandemic. Global public health faced severe threat and the world economy was mired in deep recession. Humanity encountered multiple crises rarely seen in human history.

The past year also bore witness to the enormous resolve and courage of people around the world in battling the deadly coronavirus. Guided by science, reason and a humanitarian spirit, the world has achieved initial progress in fighting COVID-19. That said, the pandemic is far from over. The recent resurgence in COVID cases reminds us that we must carry on the fight. Yet we remain convinced that winter cannot stop the arrival of spring and darkness can never shroud the light of dawn. There is no doubt that humanity will prevail over the virus and emerge even stronger from this disaster.

Ladies and Gentlemen,

Friends,

History is moving forward and the world will not go back to what it was in the past. Every choice and move we make today will shape the world of the future. It is important that we properly address the four major tasks facing people of our times.

The first is to step up macroeconomic policy coordination and jointly promote strong, sustainable, balanced and inclusive growth of the world economy. We are going through the worst recession since the end of World War II. For the first time in history, the economies of all regions have been hit hard at the same time, with global industrial and supply chains clogged and trade and investment down in the doldrums. Despite the trillions of dollars in relief packages worldwide, global recovery is rather shaky and the outlook remains uncertain. We need to focus on current priorities, and balance COVID response and economic development. Macroeconomic policy support should be stepped up to bring the world economy out of the woods as early as possible. More importantly, we need to look beyond the horizon and strengthen our will and resolve for change. We need to shift the driving forces and growth models of the global economy and improve its structure, so as to set the course for long-term, sound and steady development of the world economy.

The second is to abandon ideological prejudice and jointly follow a path of peaceful coexistence, mutual benefit and win-win cooperation. No two leaves in the world are identical, and no histories, cultures or social systems are the same. Each country is unique with its own history, culture and social system, and none is superior to the other. The best criteria are whether a country’s history, culture and social system fit its particular situation, enjoy people’s support, serve to deliver political stability, social progress and better lives, and contribute to human progress. The different histories, cultures and social systems are as old as human societies, and they are the inherent features of human civilization. There will be no human civilization without diversity, and such diversity will continue to exist for as long as we can imagine. Difference in itself is no cause for alarm. What does ring the alarm is arrogance, prejudice and hatred; it is the attempt to impose hierarchy on human civilization or to force one’s own history, culture and social system upon others. The right choice is for countries to pursue peaceful coexistence based on mutual respect and on expanding common ground while shelving differences, and to promote exchanges and mutual learning. This is the way to add impetus to the progress of human civilization.

The third is to close the divide between developed and developing countries and jointly bring about growth and prosperity for all. Today, inequality continues to grow, the North-South gap remains to be bridged, and sustainable development faces severe challenges. As countries grapple with the pandemic, their economic recoveries are following divergent trajectories, and the North-South gap risks further widening and even perpetuation. For developing countries, they are aspiring for more resources and space for development, and they are calling for stronger representation and voice in global economic governance. We should recognize that with the growth of developing countries, global prosperity and stability will be put on a more solid footing, and developed countries will stand to benefit from such growth. The international community should keep its eyes on the long run, honor its commitment, and provide necessary support to developing countries and safeguard their legitimate development interests. Equal rights, equal opportunities and equal rules should be strengthened, so that all countries will benefit from the opportunities and fruits of development.

The fourth is to come together against global challenges and jointly create a better future for humanity. In the era of economic globalization, public health emergencies like COVID-19 may very well recur, and global public health governance needs to be enhanced. The Earth is our one and only home. To scale up efforts to address climate change and promote sustainable development bears on the future of humanity. No global problem can be solved by any one country alone. There must be global action, global response and global cooperation.

Ladies and Gentlemen,

Friends,

The problems facing the world are intricate and complex. The way out of them is through upholding multilateralism and building a community with a shared future for mankind.

First, we should stay committed to openness and inclusiveness instead of closeness and exclusion. Multilateralism is about having international affairs addressed through consultation and the future of the world decided by everyone working together. To build small circles or start a new Cold War, to reject, threaten or intimidate others, to willfully impose decoupling, supply disruption or sanctions, and to create isolation or estrangement will only push the world into division and even confrontation. We cannot tackle common challenges in a divided world, and confrontation will lead us to a dead end. Humanity has learned lessons the hard way, and that history is not long gone. We must not return to the path of the past.

The right approach is to act on the vision of a community with a shared future for mankind. We should uphold the common values of humanity, i.e. peace, development, equity, justice, democracy and freedom, rise above ideological prejudice, make the mechanisms, principles and policies of our cooperation as open and inclusive as possible, and jointly safeguard world peace and stability. We should build an open world economy, uphold the multilateral trading regime, discard discriminatory and exclusionary standards, rules and systems, and take down barriers to trade, investment and technological exchanges. We should strengthen the G20 as the premier forum for global economic governance, engage in closer macroeconomic policy coordination, and keep the global industrial and supply chains stable and open. We should ensure the sound operation of the global financial system, promote structural reform and expand global aggregate demand in an effort to strive for higher quality and stronger resilience in global economic development.

Second, we should stay committed to international law and international rules instead of seeking one’s own supremacy. Ancient Chinese believed that “the law is the very foundation of governance”. International governance should be based on the rules and consensus reached among us, not on the order given by one or the few. The Charter of the United Nations is the basic and universally recognized norms governing state-to-state relations. Without international law and international rules that are formed and recognized by the global community, the world may fall back to the law of the jungle, and the consequence would be devastating for humanity.

We need to be resolute in championing the international rule of law, and steadfast in our resolve to safeguard the international system centered around the UN and the international order based on international law. Multilateral institutions, which provide the platforms for putting multilateralism into action and which are the basic architecture underpinning multilateralism, should have their authority and effectiveness safeguarded. State-to-state relations should be coordinated and regulated through proper institutions and rules. The strong should not bully the weak. Decision should not be made by simply showing off strong muscles or waving a big fist. Multilateralism should not be used as pretext for acts of unilateralism. Principles should be preserved and rules, once made, should be followed by all. “Selective multilateralism” should not be our option.

Third, we should stay committed to consultation and cooperation instead of conflict and confrontation. Differences in history, culture and social system should not be an excuse for antagonism or confrontation, but rather an incentive for cooperation. We should respect and accommodate differences, avoid meddling in other countries’ internal affairs, and resolve disagreements through consultation and dialogue. History and reality have made it clear, time and again, that the misguided approach of antagonism and confrontation, be it in the form of cold war, hot war, trade war or tech war, would eventually hurt all countries’ interests and undermine everyone’s well-being.

We should reject the outdated Cold War and zero-sum game mentality, adhere to mutual respect and accommodation, and enhance political trust through strategic communication. It is important that we stick to the cooperation concept based on mutual benefit, say no to narrow-minded, selfish beggar-thy-neighbor policies, and stop unilateral practice of keeping advantages in development all to oneself. Equal rights to development should be guaranteed for all countries to promote common development and prosperity. We should advocate fair competition, like competing with each other for excellence in a racing field, not beating each other on a wrestling arena.

Fourth, we should stay committed to keeping up with the times instead of rejecting change. The world is undergoing changes unseen in a century, and now is the time for major development and major transformation. To uphold multilateralism in the 21st century, we should promote its fine tradition, take on new perspectives and look to the future. We need to stand by the core values and basic principles of multilateralism. We also need to adapt to the changing international landscape and respond to global challenges as they arise. We need to reform and improve the global governance system on the basis of extensive consultation and consensus-building.

We need to give full play to the role of the World Health Organization in building a global community of health for all. We need to advance reform of the World Trade Organization and the international financial and monetary system in a way that boosts global economic growth and protects the development rights, interests and opportunities of developing countries. We need to follow a people-centered and fact-based policy orientation in exploring and formulating rules on global digital governance. We need to deliver on the Paris Agreement on climate change and promote green development. We need to give continued priority to development, implement the 2030 Agenda for Sustainable Development, and make sure that all countries, especially developing ones, share in the fruits of global development.

Ladies and Gentlemen,

Friends,

After decades of strenuous efforts by the Chinese people, China is on course to finish building a moderately prosperous society in all respects. We have made historic gains in ending extreme poverty, and have embarked on a new journey toward fully building a modern socialist country. As China enters a new development stage, we will follow a new development philosophy and foster a new development paradigm with domestic circulation as the mainstay and domestic and international circulations reinforcing each other. China will work with other countries to build an open, inclusive, clean and beautiful world that enjoys lasting peace, universal security and common prosperity.

— China will continue to take an active part in international cooperation on COVID-19. Containing the coronavirus is the most pressing task for the international community. This is because people and their lives must always be put before anything else. It is also what it takes to stabilize and revive the economy. Closer solidarity and cooperation, more information sharing, and a stronger global response are what we need to defeat COVID-19 across the world. It is especially important to scale up cooperation on the R&D, production and distribution of vaccines and make them public goods that are truly accessible and affordable to people in all countries. By now, China has provided assistance to over 150 countries and 13 international organizations, sent 36 medical expert teams to countries in need, and stayed strongly supportive and actively engaged in international cooperation on COVID vaccines. China will continue to share its experience with other countries, do its best to assist countries and regions that are less prepared for the pandemic, and work for greater accessibility and affordability of COVID vaccines in developing countries. We hope these efforts will contribute to an early and complete victory over the coronavirus throughout the world.

— China will continue to implement a win-win strategy of opening-up. Economic globalization meets the need of growing social productivity and is a natural outcome of scientific and technological advancement. It serves no one’s interest to use the pandemic as an excuse to reverse globalization and go for seclusion and decoupling. As a longstanding supporter of economic globalization, China is committed to following through on its fundamental policy of opening-up. China will continue to promote trade and investment liberalization and facilitation, help keep the global industrial and supply chains smooth and stable, and advance high-quality Belt and Road cooperation. China will promote institutional opening-up that covers rules, regulations, management and standards. We will foster a business environment that is based on market principles, governed by law and up to international standards, and unleash the potential of the huge China market and enormous domestic demand. We hope these efforts will bring more cooperation opportunities to other countries and give further impetus to global economic recovery and growth.

— China will continue to promote sustainable development. China will fully implement the 2030 Agenda for Sustainable Development. It will do more on the ecological front, by transforming and improving its industrial structure and energy mix at a faster pace and promoting a green, low-carbon way of life and production. I have announced China’s goal of striving to peak carbon dioxide emissions before 2030 and achieve carbon neutrality before 2060. Meeting these targets will require tremendous hard work from China. Yet we believe that when the interests of the entire humanity are at stake, China must step forward, take action, and get the job done. China is drawing up action plans and taking specific measures already to make sure we meet the set targets. We are doing this as a concrete action to uphold multilateralism and as a contribution to protecting our shared home and realizing sustainable development of humanity.

— China will continue to advance science, technology and innovation. Science, technology and innovation is a key engine for human progress, a powerful weapon in tackling many global challenges, and the only way for China to foster a new development paradigm and achieve high-quality development. China will invest more in science and technology, develop an enabling system for innovation as a priority, turn breakthroughs in science and technology into actual productivity at a faster pace, and enhance intellectual property protection, all for the purpose of fostering innovation-driven, higher-quality growth. Scientific and technological advances should benefit all humanity rather than be used to curb and contain other countries’ development. China will think and act with more openness with regard to international exchange and cooperation on science and technology. We will work with other countries to create an open, fair, equitable and non-discriminatory environment for scientific and technological advancement that is beneficial to all and shared by all.

— China will continue to promote a new type of international relations. Zero-sum game or winner-takes-all is not the guiding philosophy of the Chinese people. As a staunch follower of an independent foreign policy of peace, China is working hard to bridge differences through dialogue and resolve disputes through negotiation and to pursue friendly and cooperative relations with other countries on the basis of mutual respect, equality and mutual benefit. As a steadfast member of developing countries, China will further deepen South-South cooperation, and contribute to the endeavor of developing countries to eradicate poverty, ease debt burden, and achieve more growth. China will get more actively engaged in global economic governance and push for an economic globalization that is more open, inclusive, balanced and beneficial to all.

Ladies and Gentlemen,

Friends,

There is only one Earth and one shared future for humanity. As we cope with the current crisis and endeavor to make a better day for everyone, we need to stand united and work together. We have been shown time and again that to beggar thy neighbor, to go it alone, and to slip into arrogant isolation will always fail. Let us all join hands and let multilateralism light our way toward a community with a shared future for mankind.

Thank you.

 

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