21 01 25 Xi Jinping en Davos
http://www.xinhuanet.com/english/2021-01/25/c_139696610.htm
Dejemos que la antorcha del multilateralismo ilumine el
camino hacia el futuro de la humanidad
Discurso especial de S.E. Xi Jinping
Presidente de la República Popular
China
En el evento virtual del Foro
Económico Mundial de la Agenda de Davos
25 de enero de 2021
Profesor Klaus Schwab,
Damas y caballeros,
Amigos,
El año pasado estuvo marcado por el
repentino ataque de la pandemia COVID-19. La salud pública mundial se
enfrentaba a una grave amenaza y la economía mundial estaba sumida en una
profunda recesión. La humanidad enfrentó múltiples crisis que rara vez se han
visto en la historia de la humanidad.
El año pasado también fue testigo de la enorme determinación y
coraje de las personas de todo el mundo para combatir el mortal coronavirus.
Guiado por la ciencia, la razón y un espíritu humanitario, el mundo ha logrado
un progreso inicial en la lucha contra el COVID-19. Dicho esto, la pandemia
está lejos de terminar. El reciente resurgimiento de casos de COVID nos
recuerda que debemos continuar la lucha. Sin embargo, seguimos convencidos de
que el invierno no puede detener la llegada de la primavera y la oscuridad
nunca puede cubrir la luz del amanecer. No hay duda de que la humanidad prevalecerá
sobre el virus y saldrá aún más fuerte de este desastre.
Damas y caballeros,
Amigos,
La historia avanza y el mundo no volverá a ser como
era en el pasado. Cada elección y cada movimiento que hagamos hoy moldearán el mundo del
futuro. Es importante que abordemos adecuadamente las cuatro tareas principales a
las que se enfrenta la gente de nuestro tiempo.
El primero es intensificar la coordinación de las políticas
macroeconómicas y promover conjuntamente un crecimiento sólido,
sostenible, equilibrado e integrador de la economía mundial. Estamos atravesando la peor recesión desde
el final de la Segunda Guerra Mundial. Por primera vez en la historia, las
economías de todas las regiones se han visto muy afectadas al mismo tiempo, con
las cadenas globales,
industriales y de suministro, obstruidas, y el comercio y la inversión
estancados. A pesar de los billones de dólares en paquetes de ayuda en todo el
mundo, la recuperación mundial es bastante inestable y las perspectivas siguen
siendo inciertas. Necesitamos enfocarnos en las prioridades actuales y
equilibrar la respuesta al COVID y el desarrollo económico. Debería
intensificarse el apoyo a la política macroeconómica para sacar a la economía
mundial del apuro lo antes posible. Más importante aún, debemos mirar más allá
del horizonte y fortalecer nuestra voluntad y determinación para el cambio.
Necesitamos cambiar las
fuerzas impulsoras y los modelos de crecimiento de la economía mundial y
mejorar su estructura, a fin de establecer el rumbo para un desarrollo a largo
plazo, sólido y constante de la economía mundial.
El segundo es abandonar los prejuicios ideológicos
y seguir juntos un camino de convivencia pacífica, beneficio mutuo y
cooperación donde todos ganen. No hay dos
hojas en el mundo que sean idénticas, y ninguna historia, cultura o sistema
social es igual. Cada país es único con su propia historia, cultura y sistema
social, y ninguno es superior al otro. Los mejores criterios son si la
historia, la cultura y el sistema social de un país se ajustan a su situación
particular, cuentan con el apoyo de la población, sirven para generar
estabilidad política, progreso social y una vida mejor, y contribuyen al
progreso humano. Las diferentes historias, culturas y sistemas sociales son tan
antiguos como las sociedades humanas, y son las características inherentes de
la civilización humana. No
habrá civilización humana sin diversidad, y esa diversidad seguirá
existiendo durante el tiempo que podamos imaginar. La diferencia en sí misma no
es motivo de alarma. Lo que hace sonar la alarma es la arrogancia, el prejuicio
y el odio; es el intento de imponer una jerarquía a la civilización humana o
imponer la propia historia, cultura y sistema social a los demás. La elección
correcta es que los países busquen una coexistencia pacífica basada en el
respeto mutuo y en la expansión de los puntos en común mientras dejan de lado
las diferencias y promueven los intercambios y el aprendizaje mutuo. Ésta es la
forma de impulsar el progreso de la civilización humana.
El tercero es cerrar la brecha entre los países desarrollados y los
países en desarrollo y lograr conjuntamente el crecimiento y la
prosperidad para todos. En la
actualidad, la desigualdad sigue creciendo, la brecha Norte-Sur aún no se ha
cerrado y el desarrollo sostenible se enfrenta a graves desafíos. A medida que
los países se enfrentan a la pandemia, su recuperación económica sigue
trayectorias divergentes, y la brecha Norte-Sur corre el riesgo de ampliarse e
incluso perpetuarse. Los países en desarrollo están aspirando a más recursos y
espacio para el desarrollo, y están pidiendo una representación y una voz más
sólidas en la gobernanza económica mundial. Debemos reconocer que con el
crecimiento de los países en desarrollo, la prosperidad y la estabilidad
mundiales se asentarán sobre una base más sólida, y los países desarrollados se
beneficiarán de ese crecimiento. La comunidad internacional debe mantener sus
ojos en el largo plazo, honrar su compromiso y brindar el apoyo necesario a los
países en desarrollo y salvaguardar sus legítimos intereses en el desarrollo.
Se deben fortalecer la igualdad de derechos, la igualdad de oportunidades y la
igualdad de normas, de modo que todos los países se beneficien de las
oportunidades y los frutos del desarrollo.
El cuarto es unirnos contra los desafíos globales
y crear juntos un futuro mejor
para la humanidad. En la era de la globalización
económica, las emergencias de salud pública como COVID-19 pueden muy bien
repetirse, y es necesario mejorar la gobernanza de la salud pública mundial. La
Tierra es nuestro único hogar. Ampliar los esfuerzos para abordar el cambio
climático y promover el desarrollo sostenible incidirá en el futuro de la
humanidad. Ningún país puede resolver un problema mundial por sí solo. Debe
haber una acción global, una respuesta global y una cooperación global.
Damas y caballeros,
Amigos,
Los problemas que enfrenta el mundo son intrincados y complejos.
La manera de salir de ellos es defender
el multilateralismo y construir una comunidad con un futuro compartido
para la humanidad.
Primero, debemos
mantenernos comprometidos con la
apertura y la inclusión en lugar del ostracismo y la exclusión.
El multilateralismo consiste en que los asuntos internacionales se aborden
mediante consultas y que todos trabajen juntos para decidir el futuro del
mundo. Construir pequeños círculos o iniciar una nueva Guerra Fría, rechazar,
amenazar o intimidar a otros, imponer deliberadamente el desacoplamiento,
interrumpir el suministro o sancionar, y crear aislamiento o distanciamiento,
solo empujará al mundo a la división e incluso al enfrentamiento. No podemos
abordar los desafíos comunes en un mundo dividido, y la confrontación nos
llevará a un callejón sin salida. La humanidad ha aprendido lecciones por las
malas y esa historia es reciente. No debemos volver al camino del pasado.
El enfoque correcto es actuar según la
visión de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad. Debemos
defender los valores comunes de la humanidad, es decir, paz, desarrollo,
equidad, justicia, democracia y libertad, superar los prejuicios ideológicos,
hacer que los mecanismos, principios y políticas de nuestra cooperación sean lo
más abiertos e inclusivos posible, y salvaguardar conjuntamente la paz mundial
y estabilidad. Debemos construir una economía mundial abierta, defender el
régimen comercial multilateral, descartar las normas, reglas y sistemas
discriminatorios y excluyentes y eliminar las barreras al comercio, la
inversión y los intercambios tecnológicos. Debemos fortalecer al G20 como el foro principal para la gobernanza
económica mundial, participar en una coordinación más estrecha de las políticas
macroeconómicas y mantener las cadenas globales, industriales y de suministro,
estables y abiertas. Debemos garantizar el buen funcionamiento del sistema
financiero mundial, promover la reforma estructural y expandir la demanda
agregada mundial en un esfuerzo por luchar por una mayor calidad y una mayor
resiliencia en el desarrollo económico mundial.
En segundo lugar,
debemos mantenernos comprometidos con el derecho internacional y las normas
internacionales en lugar de buscar la propia supremacía.
Los antiguos chinos creían que "la ley es la base misma del
gobierno". La gobernanza internacional debe basarse en las reglas y
consensos alcanzados entre nosotros, no en el orden dado por uno o unos pocos. La Carta de las Naciones Unidas es
la norma básica y universalmente reconocida que rige las relaciones entre
estados. Sin el derecho internacional y las reglas internacionales
formadas y reconocidas por la comunidad global, el mundo puede volver a la ley
de la jungla, y las consecuencias serían devastadoras para la humanidad.
Necesitamos ser firmes en la defensa
del estado de derecho internacional, y firmes en nuestra determinación de
salvaguardar el sistema internacional centrado en la ONU y el orden
internacional basado en el derecho internacional. Las instituciones multilaterales, que brindan las
plataformas para poner el multilateralismo en acción y que son la arquitectura
básica que sustenta el multilateralismo, deben tener su autoridad y eficacia salvaguardadas.
Las relaciones de estado a estado deben coordinarse y regularse mediante
instituciones y reglas adecuadas. El fuerte no debe intimidar al débil. La
decisión no debe tomarse simplemente mostrando músculos fuertes o agitando el
puño. El multilateralismo no debe utilizarse como pretexto para actos de unilateralismo.
Los principios deben ser preservados y las reglas, una vez establecidas, deben
ser seguidas por todos. El “multilateralismo selectivo” no debería ser nuestra
opción.
En tercer lugar,
debemos mantenernos comprometidos con la consulta y la cooperación en lugar del conflicto y la confrontación.
Las diferencias en la historia, la cultura y el sistema social no deben ser una
excusa para el antagonismo o la confrontación, sino más bien un incentivo para
la cooperación. Debemos respetar y dar cabida a las diferencias, evitar
entrometernos en los asuntos internos de otros países y resolver los
desacuerdos mediante consultas y diálogo. La historia y la realidad han dejado
claro, una y otra vez, que el enfoque equivocado del antagonismo y la
confrontación, ya sea en forma de guerra fría, guerra caliente, guerra
comercial o guerra tecnológica, eventualmente dañaría los intereses de todos
los países y socavaría el bienestar colectivo.
Debemos rechazar la mentalidad
anticuada de la Guerra Fría y el juego de suma cero, adherirnos al respeto
mutuo y la convivencia, y mejorar la confianza política mediante la
comunicación estratégica. Es importante que nos apeguemos al concepto de
cooperación basado en el beneficio mutuo, digamos no a las políticas egoístas y
estrechas de empobrecimiento del vecino, y detengamos la práctica unilateral de
mantener las ventajas en el desarrollo para uno solo. Se debe garantizar la
igualdad de derechos al desarrollo para todos los países para promover el
desarrollo y la prosperidad comunes. Debemos abogar por una competencia justa,
como competir entre nosotros por la excelencia en un campo de carreras, no pelearnos
entre nosotros en un campo de lucha libre.
Cuarto, debemos mantenernos comprometidos a mantenernos actualizados en lugar de
rechazar el cambio. El mundo
está experimentando cambios que no se habían visto en un siglo, y ahora es el
momento de un gran desarrollo y una gran transformación. Para defender el
multilateralismo en el siglo XXI, debemos promover su fina tradición, asumir
nuevas perspectivas y mirar hacia el futuro. Debemos defender los valores fundamentales y los
principios básicos del multilateralismo. También debemos adaptarnos al
cambiante panorama internacional y responder a los desafíos globales a medida
que surgen. Necesitamos reformar y mejorar el sistema de gobernanza mundial sobre la base de amplias consultas y la creación
de consenso.
Debemos aprovechar plenamente el papel de la Organización Mundial de la Salud
en la construcción de una comunidad mundial de salud para todos. Necesitamos
impulsar la reforma de la Organización
Mundial del Comercio y del sistema financiero y monetario internacional de manera que
impulse el crecimiento económico mundial y proteja los derechos, los intereses
y las oportunidades de los países en desarrollo. Necesitamos seguir una
orientación política centrada en las personas y basada en hechos, al explorar y
formular reglas sobre la gobernanza digital global. Necesitamos cumplir con el Acuerdo de París sobre el
cambio climático y promover el desarrollo
verde. Necesitamos dar una prioridad continua al desarrollo, implementar
la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible y asegurarnos de que todos los países, especialmente los
en desarrollo, compartan los frutos del desarrollo global.
Damas y caballeros,
Amigos,
Después de décadas de denodados esfuerzos por parte del pueblo
chino, China está en camino de terminar de construir una sociedad moderadamente próspera
en todos los aspectos. Hemos logrado avances históricos para poner fin a la
pobreza extrema y nos hemos embarcado en un nuevo viaje hacia la construcción
plena de un país socialista
moderno. A medida que China entra en una nueva etapa de desarrollo,
seguiremos una nueva filosofía de desarrollo y fomentaremos un nuevo paradigma
de desarrollo con la circulación
nacional como pilar y
las circulaciones
nacionales e internacionales reforzándose mutuamente. China trabajará con otros países para
construir un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso que disfrute de una paz
duradera, seguridad universal y prosperidad común.
- China
seguirá participando activamente en la cooperación internacional sobre COVID-19. Contener el
coronavirus es la tarea más urgente para la comunidad internacional. Esto se
debe a que las personas y sus vidas siempre deben anteponerse a cualquier otra
cosa. También es lo que se necesita para estabilizar y reactivar la economía.
Más solidaridad y cooperación, más intercambio de información y una respuesta
global más fuerte es lo que necesitamos para derrotar al COVID-19 en todo el
mundo. Es especialmente importante ampliar la cooperación en I+D, la producción y distribución de vacunas y convertirlas
en bienes públicos que
sean verdaderamente accesibles y al alcance de las personas de todos los
países. Hasta ahora, China ha brindado asistencia a más de 150 países y 13
organizaciones internacionales, envió 36 equipos de expertos médicos a países
necesitados y se mantuvo firme y comprometido activamente en la cooperación
internacional sobre las vacunas COVID. China continuará compartiendo su
experiencia con otros países, hará todo lo posible para ayudar a los países y
regiones que están menos preparados para la pandemia y trabajará por una mayor
accesibilidad y asequibilidad de las vacunas COVID en los países en desarrollo.
Esperamos que estos esfuerzos contribuyan a una victoria temprana y completa
sobre el coronavirus en todo el mundo.
- China
continuará implementando una estrategia
de apertura en la que todos ganan. La globalización económica
satisface la necesidad de una creciente productividad social y es un resultado
natural del avance científico y tecnológico. A nadie le interesa utilizar la
pandemia como excusa para revertir la globalización y optar por el aislamiento
y el desacoplamiento. Como partidario de la globalización económica desde hace
mucho tiempo, China está comprometida a seguir adelante con su política
fundamental de apertura. China continuará promoviendo la liberalización y
facilitación del comercio y la inversión, ayudará a mantener fluidas y estables
las cadenas globales industriales
y de suministro, y promoverá la cooperación de alta calidad de la Ruta de la Seda. China
promoverá la apertura institucional que contemple reglas, regulaciones, gestión
y estándares. Fomentaremos un entorno empresarial que se base en los principios
del mercado, regido por la ley y conforme a los estándares internacionales, y
liberaremos el potencial del enorme mercado chino y la enorme demanda interna.
Esperamos que estos esfuerzos brinden más oportunidades de cooperación a otros
países y den un mayor impulso a la recuperación y el crecimiento económicos
mundiales.
- China seguirá promoviendo el desarrollo
sostenible. China implementará plenamente la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Hará más en el frente ecológico,
transformando y mejorando su estructura industrial y la combinación energética
a un ritmo más rápido y promoviendo una forma de vida y producción verde y baja
en carbono. He anunciado el objetivo de China de esforzarse para no sobrepasar
un máximo de emisiones de dióxido de carbono antes de 2030 con vistas a
alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060. Cumplir estos objetivos
requerirá un gran trabajo de China. Sin embargo, creemos que cuando están en juego
los intereses de toda la humanidad, China debe dar un paso adelante, actuar y
hacer el trabajo. China está elaborando planes de acción y tomando medidas
específicas para asegurarse de que cumpliremos los objetivos establecidos.
Estamos haciendo esto como una acción concreta para defender el
multilateralismo y como una contribución para proteger nuestro hogar compartido
y lograr el desarrollo sostenible de la humanidad.
- China seguirá impulsando la ciencia, la tecnología y la
innovación. La ciencia, la
tecnología y la innovación son un motor clave para el progreso humano, un arma
poderosa para hacer frente a muchos desafíos globales, y la única forma de que
China fomente un nuevo paradigma de desarrollo y logre un desarrollo de alta
calidad. China invertirá más en ciencia y tecnología, desarrollará un sistema
propicio para la innovación como una prioridad, convertirá los avances en
ciencia y tecnología en productividad real a un ritmo más rápido y mejorará la
protección de la propiedad intelectual, todo con el propósito de fomentar una
mayor innovación que impulse un crecimiento de la calidad. Los avances
científicos y tecnológicos deberían beneficiar a toda la humanidad en lugar de
utilizarse para frenar y contener el desarrollo de otros países. China pensará
y actuará con mayor apertura con respecto al intercambio y la cooperación
internacionales en ciencia y tecnología. Trabajaremos con otros países para
crear un entorno abierto, justo, equitativo y no discriminatorio para el avance
científico y tecnológico que sea beneficioso para todos y compartido por todos.
- China seguirá
impulsando un nuevo tipo de relaciones internacionales.
El juego de suma cero o el ganador se lo lleva todo no es la filosofía que guía
al pueblo chino. Como seguidor acérrimo de una política exterior independiente
de paz, China está trabajando arduamente para salvar las diferencias a través
del diálogo y resolver disputas a través de la negociación, y para buscar
relaciones amistosas y de cooperación con otros países sobre la base del
respeto, la igualdad y el beneficio mutuo. Como miembro firme de los países en
desarrollo, China profundizará aún más la cooperación Sur-Sur y contribuirá al
esfuerzo de los países en desarrollo para erradicar la pobreza, aliviar la
carga de la deuda y lograr un mayor crecimiento. China se involucrará más
activamente en la gobernanza económica global y presionará por una
globalización económica que sea más abierta, inclusiva, equilibrada y
beneficiosa para todos.
Damas y caballeros,
Amigos,
Solo hay una Tierra y un futuro compartido para la humanidad.
Mientras nos enfrentamos a la crisis actual y nos esforzamos por hacer un mejor
día para todos, debemos estar unidos y trabajar juntos. Se nos ha mostrado una
y otra vez que ningunear a tu prójimo, hacerlo sin él y caer en un arrogante
aislamiento siempre fracasará. Unámonos todos y dejemos que el multilateralismo
ilumine nuestro camino hacia una comunidad con un futuro compartido para la
humanidad. Traducción AF
Gracias.
http://www.xinhuanet.com/english/2021-01/25/c_139696610.htm
Let the Torch
of Multilateralism Light up Humanity’s Way Forward
Special Address by H.E. Xi Jinping
President of the People’s Republic of China
At the World Economic Forum Virtual Event of the Davos Agenda
25 January 2021
Professor
Klaus Schwab,
Ladies
and Gentlemen,
Friends,
The
past year was marked by the sudden onslaught of the COVID-19 pandemic. Global
public health faced severe threat and the world economy was mired in deep
recession. Humanity encountered multiple crises rarely seen in human history.
The
past year also bore witness to the enormous resolve and courage of people
around the world in battling the deadly coronavirus. Guided by science, reason
and a humanitarian spirit, the world has achieved initial progress in fighting
COVID-19. That said, the pandemic is far from over. The recent resurgence in
COVID cases reminds us that we must carry on the fight. Yet we remain convinced
that winter cannot stop the arrival of spring and darkness can never shroud the
light of dawn. There is no doubt that humanity will prevail over the virus and
emerge even stronger from this disaster.
Ladies
and Gentlemen,
Friends,
History
is moving forward and the world will not go back to what it was in the past.
Every choice and move we make today will shape the world of the future. It is
important that we properly address the four major tasks facing people of our
times.
The first is to step up macroeconomic policy coordination
and jointly promote strong, sustainable, balanced and inclusive growth of the
world economy. We are going through the worst recession since the end of
World War II. For the first time in history, the economies of all regions have
been hit hard at the same time, with global industrial and supply chains
clogged and trade and investment down in the doldrums. Despite the trillions of
dollars in relief packages worldwide, global recovery is rather shaky and the
outlook remains uncertain. We need to focus on current priorities, and balance
COVID response and economic development. Macroeconomic policy support should be
stepped up to bring the world economy out of the woods as early as possible.
More importantly, we need to look beyond the horizon and strengthen our will
and resolve for change. We need to shift the driving forces and growth models
of the global economy and improve its structure, so as to set the course for
long-term, sound and steady development of the world economy.
The second is to abandon ideological prejudice and jointly
follow a path of peaceful coexistence, mutual benefit and win-win cooperation. No
two leaves in the world are identical, and no histories, cultures or social
systems are the same. Each country is unique with its own history, culture and
social system, and none is superior to the other. The best criteria are whether
a country’s history, culture and social system fit its particular situation,
enjoy people’s support, serve to deliver political stability, social progress
and better lives, and contribute to human progress. The different histories,
cultures and social systems are as old as human societies, and they are the
inherent features of human civilization. There will be no human civilization
without diversity, and such diversity will continue to exist for as long as we
can imagine. Difference in itself is no cause for alarm. What does ring the
alarm is arrogance, prejudice and hatred; it is the attempt to impose hierarchy
on human civilization or to force one’s own history, culture and social system
upon others. The right choice is for countries to pursue peaceful coexistence
based on mutual respect and on expanding common ground while shelving
differences, and to promote exchanges and mutual learning. This is the way to
add impetus to the progress of human civilization.
The third is to close the divide between developed and
developing countries and jointly bring about growth and prosperity for all. Today,
inequality continues to grow, the North-South gap remains to be bridged, and
sustainable development faces severe challenges. As countries grapple with the
pandemic, their economic recoveries are following divergent trajectories, and
the North-South gap risks further widening and even perpetuation. For
developing countries, they are aspiring for more resources and space for
development, and they are calling for stronger representation and voice in
global economic governance. We should recognize that with the growth of
developing countries, global prosperity and stability will be put on a more
solid footing, and developed countries will stand to benefit from such growth.
The international community should keep its eyes on the long run, honor its
commitment, and provide necessary support to developing countries and safeguard
their legitimate development interests. Equal rights, equal opportunities and
equal rules should be strengthened, so that all countries will benefit from the
opportunities and fruits of development.
The fourth is to come together against global challenges
and jointly create a better future for humanity. In
the era of economic globalization, public health emergencies like COVID-19 may
very well recur, and global public health governance needs to be enhanced. The
Earth is our one and only home. To scale up efforts to address climate change
and promote sustainable development bears on the future of humanity. No global
problem can be solved by any one country alone. There must be global action,
global response and global cooperation.
Ladies
and Gentlemen,
Friends,
The
problems facing the world are intricate and complex. The way out of them is
through upholding multilateralism and building a community with a shared future
for mankind.
First, we should stay committed to openness and
inclusiveness instead of closeness and exclusion. Multilateralism
is about having international affairs addressed through consultation and the
future of the world decided by everyone working together. To build small
circles or start a new Cold War, to reject, threaten or intimidate others, to
willfully impose decoupling, supply disruption or sanctions, and to create
isolation or estrangement will only push the world into division and even
confrontation. We cannot tackle common challenges in a divided world, and
confrontation will lead us to a dead end. Humanity has learned lessons the hard
way, and that history is not long gone. We must not return to the path of the
past.
The
right approach is to act on the vision of a community with a shared future for
mankind. We should uphold the common values of humanity, i.e. peace,
development, equity, justice, democracy and freedom, rise above ideological
prejudice, make the mechanisms, principles and policies of our cooperation as
open and inclusive as possible, and jointly safeguard world peace and
stability. We should build an open world economy, uphold the multilateral
trading regime, discard discriminatory and exclusionary standards, rules and
systems, and take down barriers to trade, investment and technological
exchanges. We should strengthen the G20 as the premier forum for global economic
governance, engage in closer macroeconomic policy coordination, and keep the
global industrial and supply chains stable and open. We should ensure the sound
operation of the global financial system, promote structural reform and expand
global aggregate demand in an effort to strive for higher quality and stronger
resilience in global economic development.
Second, we should stay committed to international law and
international rules instead of seeking one’s own supremacy. Ancient
Chinese believed that “the law is the very foundation of governance”.
International governance should be based on the rules and consensus reached
among us, not on the order given by one or the few. The Charter of the United
Nations is the basic and universally recognized norms governing state-to-state
relations. Without international law and international rules that are formed
and recognized by the global community, the world may fall back to the law of
the jungle, and the consequence would be devastating for humanity.
We need
to be resolute in championing the international rule of law, and steadfast in
our resolve to safeguard the international system centered around the UN and
the international order based on international law. Multilateral institutions,
which provide the platforms for putting multilateralism into action and which
are the basic architecture underpinning multilateralism, should have their
authority and effectiveness safeguarded. State-to-state relations should be
coordinated and regulated through proper institutions and rules. The strong
should not bully the weak. Decision should not be made by simply showing off
strong muscles or waving a big fist. Multilateralism should not be used as
pretext for acts of unilateralism. Principles should be preserved and rules, once
made, should be followed by all. “Selective multilateralism” should not be our
option.
Third, we should stay committed to consultation and
cooperation instead of conflict and confrontation. Differences
in history, culture and social system should not be an excuse for antagonism or
confrontation, but rather an incentive for cooperation. We should respect and
accommodate differences, avoid meddling in other countries’ internal affairs,
and resolve disagreements through consultation and dialogue. History and
reality have made it clear, time and again, that the misguided approach of
antagonism and confrontation, be it in the form of cold war, hot war, trade war
or tech war, would eventually hurt all countries’ interests and undermine
everyone’s well-being.
We should
reject the outdated Cold War and zero-sum game mentality, adhere to mutual
respect and accommodation, and enhance political trust through strategic
communication. It is important that we stick to the cooperation concept based
on mutual benefit, say no to narrow-minded, selfish beggar-thy-neighbor
policies, and stop unilateral practice of keeping advantages in development all
to oneself. Equal rights to development should be guaranteed for all countries
to promote common development and prosperity. We should advocate fair
competition, like competing with each other for excellence in a racing field,
not beating each other on a wrestling arena.
Fourth, we should stay committed to keeping up with the
times instead of rejecting change. The world is undergoing
changes unseen in a century, and now is the time for major development and
major transformation. To uphold multilateralism in the 21st century, we should
promote its fine tradition, take on new perspectives and look to the future. We
need to stand by the core values and basic principles of multilateralism. We
also need to adapt to the changing international landscape and respond to
global challenges as they arise. We need to reform and improve the global
governance system on the basis of extensive consultation and
consensus-building.
We need
to give full play to the role of the World Health Organization in building a
global community of health for all. We need to advance reform of the World
Trade Organization and the international financial and monetary system in a way
that boosts global economic growth and protects the development rights,
interests and opportunities of developing countries. We need to follow a
people-centered and fact-based policy orientation in exploring and formulating
rules on global digital governance. We need to deliver on the Paris Agreement
on climate change and promote green development. We need to give continued
priority to development, implement the 2030 Agenda for Sustainable Development,
and make sure that all countries, especially developing ones, share in the
fruits of global development.
Ladies
and Gentlemen,
Friends,
After
decades of strenuous efforts by the Chinese people, China is on course to
finish building a moderately prosperous society in all respects. We have made historic
gains in ending extreme poverty, and have embarked on a new journey toward
fully building a modern socialist country. As China enters a new development
stage, we will follow a new development philosophy and foster a new development
paradigm with domestic circulation as the mainstay and domestic and
international circulations reinforcing each other. China will work with other
countries to build an open, inclusive, clean and beautiful world that enjoys
lasting peace, universal security and common prosperity.
— China will continue to take an active part in
international cooperation on COVID-19. Containing the
coronavirus is the most pressing task for the international community. This is
because people and their lives must always be put before anything else. It is
also what it takes to stabilize and revive the economy. Closer solidarity and
cooperation, more information sharing, and a stronger global response are what
we need to defeat COVID-19 across the world. It is especially important to
scale up cooperation on the R&D, production and distribution of vaccines
and make them public goods that are truly accessible and affordable to people
in all countries. By now, China has provided assistance to over 150 countries
and 13 international organizations, sent 36 medical expert teams to countries
in need, and stayed strongly supportive and actively engaged in international
cooperation on COVID vaccines. China will continue to share its experience with
other countries, do its best to assist countries and regions that are less
prepared for the pandemic, and work for greater accessibility and affordability
of COVID vaccines in developing countries. We hope these efforts will
contribute to an early and complete victory over the coronavirus throughout the
world.
— China will continue to implement a win-win strategy of
opening-up. Economic globalization meets the need of growing social
productivity and is a natural outcome of scientific and technological
advancement. It serves no one’s interest to use the pandemic as an excuse to
reverse globalization and go for seclusion and decoupling. As a longstanding
supporter of economic globalization, China is committed to following through on
its fundamental policy of opening-up. China will continue to promote trade and
investment liberalization and facilitation, help keep the global industrial and
supply chains smooth and stable, and advance high-quality Belt and Road
cooperation. China will promote institutional opening-up that covers rules,
regulations, management and standards. We will foster a business environment
that is based on market principles, governed by law and up to international
standards, and unleash the potential of the huge China market and enormous
domestic demand. We hope these efforts will bring more cooperation
opportunities to other countries and give further impetus to global economic
recovery and growth.
— China will continue to promote sustainable development. China
will fully implement the 2030 Agenda for Sustainable Development. It will do
more on the ecological front, by transforming and improving its industrial
structure and energy mix at a faster pace and promoting a green, low-carbon way
of life and production. I have announced China’s goal of striving to peak
carbon dioxide emissions before 2030 and achieve carbon neutrality before 2060.
Meeting these targets will require tremendous hard work from China. Yet we
believe that when the interests of the entire humanity are at stake, China must
step forward, take action, and get the job done. China is drawing up action
plans and taking specific measures already to make sure we meet the set
targets. We are doing this as a concrete action to uphold multilateralism and
as a contribution to protecting our shared home and realizing sustainable
development of humanity.
— China will continue to advance science, technology and
innovation. Science, technology and innovation is a key engine for
human progress, a powerful weapon in tackling many global challenges, and the
only way for China to foster a new development paradigm and achieve
high-quality development. China will invest more in science and technology,
develop an enabling system for innovation as a priority, turn breakthroughs in
science and technology into actual productivity at a faster pace, and enhance intellectual
property protection, all for the purpose of fostering innovation-driven,
higher-quality growth. Scientific and technological advances should benefit all
humanity rather than be used to curb and contain other countries’ development.
China will think and act with more openness with regard to international
exchange and cooperation on science and technology. We will work with other
countries to create an open, fair, equitable and non-discriminatory environment
for scientific and technological advancement that is beneficial to all and
shared by all.
— China will continue to promote a new type of
international relations. Zero-sum game or
winner-takes-all is not the guiding philosophy of the Chinese people. As a
staunch follower of an independent foreign policy of peace, China is working
hard to bridge differences through dialogue and resolve disputes through
negotiation and to pursue friendly and cooperative relations with other
countries on the basis of mutual respect, equality and mutual benefit. As a steadfast
member of developing countries, China will further deepen South-South
cooperation, and contribute to the endeavor of developing countries to
eradicate poverty, ease debt burden, and achieve more growth. China will get
more actively engaged in global economic governance and push for an economic
globalization that is more open, inclusive, balanced and beneficial to all.
Ladies
and Gentlemen,
Friends,
There
is only one Earth and one shared future for humanity. As we cope with the
current crisis and endeavor to make a better day for everyone, we need to stand
united and work together. We have been shown time and again that to beggar thy
neighbor, to go it alone, and to slip into arrogant isolation will always fail.
Let us all join hands and let multilateralism light our way toward a community
with a shared future for mankind.
Thank
you.
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