La
hora de los depredadores
Giuliano da Empoli
ISBN 978-631-6691-57-6
Editorial Seix Barral 2025, 184 paginas
Con La hora de los depredadores, Giuliano da Empoli vuelve a situarse en el centro de
una conversación que él mismo contribuyó a inaugurar: la de una política
pensada ya no como un sistema de instituciones, regido por reglas estables,
sino como un ecosistema atravesado por pulsiones nuevas, ajenas a lo conocido.
En ese entorno, los actores —desde los líderes tradicionales hasta sus
versiones más “producidas”— deben adaptarse para sobrevivir, so pena de quedar
fuera de juego. El libro, breve pero incisivo, vuelve a exhibir la capacidad de
Da Empoli para convertir la anécdota en categoría filosófica, sin perder nunca
el pulso del relato.
Quien
busque una estructura narrativa clásica encontrará aquí otra cosa. No hay
protagonista; hay una constelación de personajes y situaciones arquetípicos,
inspirados en patrones reconocibles del poder contemporáneo. Esa diversidad no
es un recurso estilístico: funciona como una hipótesis. La política dejó de
tener un centro gravitatorio y ya no es posible visualizar fácilmente una
articulación de conjunto ni comprender del todo la forma en que interactúan sus
componentes. El modelo del estadista, del partido o incluso del comunicador
exitoso, cede lugar a una fauna dispersa, moldeada por la acción
desestructurante de las redes, más cercana a impulsos de supervivencia que a
una lógica institucional establecida.
La
metáfora del depredador, lejos de demonizar a los nuevos líderes, describe los
mecanismos de adaptación extrema que exige hoy el ecosistema mediático. El
depredador avanza porque olfatea antes que nadie dónde está la presa; detecta
la debilidad del sistema y la narrativa capaz de activar un sentido intenso de
pertenencia. Esta lógica, señala Da Empoli, se ha vuelto global. Atraviesa
democracias liberales, regímenes autoritarios, burocracias tecnocráticas e
incluso instituciones privadas que compiten por la atención pública. Los
depredadores no son anomalías: son productos del funcionamiento disruptivo del
sistema.
Uno
de los aportes más sólidos del libro es su lectura del desplazamiento
conceptual de la política. Pasamos de un modelo sustentado en la representación
—con sus mediaciones, responsabilidades y ritmos lentos— a otro centrado en la
influencia inmediata, donde las decisiones se vuelven operaciones
comunicacionales dirigidas a consumidores más que a ciudadanos. La velocidad de
circulación de la información altera la arquitectura misma del poder: la gestión
deja de ser lo que se hace y pasa a ser lo que se percibe. En esa transición sobreviven quienes dominan la estética de la acción
mejor que la acción misma.
Buena
parte del atractivo del libro proviene de su método híbrido. Da Empoli no
escribe novelas políticas ni ensayos tradicionales, sino ficciones conceptuales
que permiten pensar aquello que el análisis convencional tiende a pasar por
alto. Su prosa combina la precisión del politólogo con el ritmo de un narrador
que sabe dónde colocar una insinuación, un silencio o un gesto revelador. Con
una economía verbal notable construye atmósferas cargadas de sentido: un
diálogo entrecortado, una reunión de madrugada, un cálculo de pasillo. En cada
escena aparece una mecánica del poder que se despliega en la penumbra, lejos
del ruido dominante.
En
ese recorrido emergen arquetipos reconocibles: el asesor narcisista, el
tecnócrata que confunde eficiencia con autoridad, el manipulador digital que ve
a la política como una partida de póker, el operador que domina los tiempos
mediáticos, el líder prisionero de las redes, el estratega de guerra híbrida
que diluye la frontera entre propaganda y política pública. Entre esos casos
destaca el capítulo dedicado a la corrupción en las altas esferas, donde Da
Empoli muestra que el fenómeno —y su tratamiento público— ya no responde a los
patrones conocidos.
MBS
Una
noche, sin adelantar sus intenciones, Mohamed bin Salmán convocó a los
príncipes, ministros y magnates más influyentes del reino en el Ritz-Carlton de
Riad. Cuando todos creían asistir a un encuentro real, las puertas se cerraron
y cada invitado fue asignado a una habitación, junto con varias mudas de ropa
interior que anunciaban una larga estadía. Entre lámparas de cristal y
alfombras persas, por persuasión o por la fuerza —hubo incluso un fallecido
durante los interrogatorios—, los prisioneros debieron devolver lo que habían
acumulado durante años de reparto y connivencia.
No
fue solo una purga económica: fue una humillación calculada. Con ese gesto, tan
inesperado como audaz, MBS buscó desbaratar la lógica patrimonialista que
sostenía a la monarquía saudí y consolidar su autoridad al reescribir las
reglas internas del régimen. Da Empoli utiliza el episodio para mostrar cómo,
en distintos países, la corrupción en las cúpulas del poder se vuelve
simultáneamente más visible, más espectacular; el G20, que desde la cumbre de
San Petersburgo de 2013 incorpora sistemáticamente el tema en su agenda,
refleja esta tendencia global. Pero, paradójicamente, esa exposición es menos
disuasoria: hay acciones, hay escándalos, pero también un acostumbramiento que
limita los efectos transformadores, lejos de epopeyas como la mani pulite
en la Italia de los noventa.
--o0o--
La hora de los depredadores
no ofrece una teoría cerrada ni un diagnóstico apocalíptico. Tampoco pretende
resolver el enigma de la política contemporánea. Su objetivo es captar el
despertar de un proceso en movimiento, un cambio de paradigma donde la
seducción reemplaza a los programas, la provocación al debate y la performatividad
a las formas establecidas. Así, la política, como teatro de rupturas -donde
actos, palabras y gestos no solo representan la realidad- es ensamblada, una y
otra vez, mediante su repetición y aceptación social.
Da
Empoli se confirma así como uno de los intérpretes más agudos del poder en el
siglo XXI. Su obra es breve, sí, pero pertenece a esa rara categoría de libros
que dejan una luz encendida en el pensamiento; una luz incómoda, aunque
inevitable. Al cerrar el texto, el lector siente que ha visto una radiografía,
y que lo revelado no es un futuro hipotético sino un presente que habitamos a
diario. Mostrarlo, con esta claridad, acaso sea su mayor mérito.
Ing. Alberto Ford
(IRI/UNLP)
Diciembre de 2025
albertoford42@yahoo.com.ar
publicado en la revista Relaciones Internacionales Año 34
- Nº 69 del IRI/UNLP.
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