viernes, 30 de agosto de 2019


El problema no era el Fondo

Luego de un trámite controvertido en las negociaciones para el pago de la deuda con el Club de París, las cosas han vuelto a su lugar. Las precisas instrucciones de la Presidenta al Canciller para tomar contacto en Washington con el FMIi demuestran que el gobierno acepta la presencia del FMI como garante de la negociación. De esa manera el Fondo podrá meter sus narices en nuestras cuentas nacionales, una intromisión a la que el gobierno se había opuesto y que por imperio de las circunstancias ha terminado por aceptar.

¿Cuáles son estas circunstancias? Ni más ni menos que los compromisos asumidos por el país en el plano internacional a través de este gobierno. Al respecto, la semana pasada la Presidenta estampó su firma en una declaración que aboga por “un FMI modernizado… más fuerte para promover la estabilidad financiera y el crecimiento global” (Seúl: 2010, 9 B)ii. Dada la transparencia y repercusión que los asuntos globales han alcanzado en los últimos dos años, los compromisos no pueden ser tratados con la liviandad con que a veces se manejan los asuntos en el plano interno.

La cuestión del Fondo se comenzó a considerar profundamente desde que se desató la crisis en 2008. Ya en la declaración de la primera reunión del G20 en la capital norteamericana se decía que “el FMI… debería tomar un papel de liderazgo… el FMI debería realizar una revisión… sobre todos los países… prestar mayor atención a sus sectores financieros” (Washington: 2008, 8)iii ) cometidos que implican una inspección in situ por parte del Fondo en las contabilidades nacionales.

Que el tema del FMI mereció una permanente atención de los líderes, se reflejó también en la siguiente reunión del G 20. En ella se dijo: “instamos al FMI a evaluar periódicamente las acciones emprendidas… apoyaremos ahora y en el futuro la supervisión por parte del FMI de nuestras economías y nuestros sistemas financieros” (Londres: 2009, 10 y 12) iv. Fue en dicha reunión realizada en la capital inglesa cuando el G 20 se pronunció por “la urgente ratificación de la Cuarta Enmienda” (Londres: 2009, 19) que se refiere a que la “la revisión del artículo 4 del Acuerdo Constitutivo del FMI es una obligación para todos sus miembros (lo que) facilitaría un acuerdo con el Club de París”v y cuya aceptación estuvo en tela de juicio y fue motivo de tironeos por parte del gobierno argentino en los últimos días.

La reunión del G 20 siguiente, en Pittsburgh, obró de una especie de resumen de las dos anteriores (Washington y Londres). Las declaraciones fueran más pormenorizadas pero sin duda se continuó con la misma línea en lo referido al nuevo rol asignado al FMI. Se dieron precisas instrucciones a las reuniones de “los ministros de finanzas trabajando con el aporte del FMI… pedir al FMI que nos ayuden con su análisis de cómo armonizar nuestros respectivos marcos de política nacional… etc.) (Pittsburgh: 2009, 5)vi . Nada cambió en ese sentido en la cuarta reunión realizada en Canadá este año donde se reclamó “transparencia internacional” (Toronto: 2010, 22)vii

No hay que perder de vista que todos estos acuerdos fueron firmados por nuestro país. Corriendo los velos de la retórica nacionalista y anacrónica referida al FMI1 el gobierno no puede disimular las verdaderas motivaciones de tantas idas y vueltas: no quiere poner bajo la lupa de los sabuesos del Fondo las cuentas y las estadísticas nacionales particularmente las referidas a las cifras del INDEC ni arriesgarse a que haya un entenado que cuente todo como en la novela de Saer. En última instancia, esa es la verdadera razón de todo el bombardeo mediático a que hemos sido sometidos últimamente en torno a la negociación del Club de París.

Las consecuencias para el país de esa negociación tan vapuleada no son buenas si nos atenemos a la desconfianza internacional que despierta. Según el economista Alieto Guadagni “Argentina ha descendido en 2010 al sexto lugar en las inversiones externas en América latina. Mientras que hace una década éramos el segundo país del subcontinente receptor de inversiones, superados únicamente por Brasil, en la actualidad nos ubicamos en el sexto lugar, ya que hemos sido superados no sólo por México, sino también por Chile, Colombia y Perú, países de menor tamaño económico que la Argentina”viii.


Ing. Alberto Ford
Noviembre de 2010
).
1 Como se puede inferir por el lugar que se le asigna desde el G 20, el FMI ha transparentado su carácter de organismo subsidiario aunque como siempre integrado por burocracias internacionales bien dispuestas. El G 20 –que no toma decisiones - “terceriza” todos los temas de agenda a instituciones internacionales específicas y/o conferencias ad hoc: cambio climático a la conferencia de las partes (COPx) del CMNUCC, empleo y trabajo a la OIT, agricultura a la FAO, seguridad alimentaria (Conferencia de L’Aquila), energía (Conferencia de San Petersburgo), etc.

i
Bibliografía


http://www.clarin.com/politica/Cristina-Timerman-FMI-Club-Paris_0_374962574.html
ii Seúl. Declaración final de los líderes del G 20 tras la Cumbre de Seúl, 12 de noviembre de 2010. Ver: http://noticias.latino.msn.com/internacionales/articulos.aspx?cp-documentid=26321429. (El número se refiere al párrafo y la letra al capitulo cuando lo hay.
iiiWashington. Declaración final de los líderes del G 20 tras la Cumbre de Washington, 16 de noviembre de 2008. Ver: http://estaticos.elmundo.es/documentos/2008/11/16/cumbre_washington.pdf. (El número se refiere a la página)
ivLondres. Declaración final de los líderes del G 20 tras la Cumbre de Londres, 2 de abril de 2009. Ver: http://www.elpais.com/articulo/economia/crisis/global/exige/solucion/global/elpepueco/20090403elpepieco_7/Tes
vhttp://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:cRTsuLfjJP0J:www.ieco.clarin.com/economia/significado-articulo_0_66000012.html+fmi+art%C3%ADculo+4&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=es
viPittsburgh. Declaración final de los líderes del G 20 tras la Cumbre de Pittsburgh, 2 5 de septiembre de 2009. Ver:
viiToronto. Declaración final de los líderes del G 20 tras la Cumbre de Toronto, 27 de junio de 2010. Ver: http://www.ccoo.es/comunes/temp/recursos/1/514909.pdf
viiiAlieto Guadagni, http://www.justicia-y-dignidad-peronista.org/article-alieto-guadagni-es-hora-de-cambiar-de-rumbo-46746735.html

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